Hace 24 años Sarah Meyer fue presentada al mundo como “la bebé de la manta rosa” en el living del programa de televisión británico This Morning. En ese entonces era una bebé que habían encontrado en un estacionamiento, y una policía la sostenía en brazos mientras se emitía una alerta de búsqueda nacional para encontrar a sus padres.
Dos décadas después, Sarah es una joven graduada en ciberseguridad, y el miércoles volvió al mismo set televisivo, pero esta vez para revelar con sus propias palabras cómo siguió su historia.
Emocionada hasta las lágrimas, reveló que emprendió la búsqueda de sus padres biológicos y encontró las respuestas que tanto necesitaba. “Yo tenía entre 30 minutos y una hora de nacida, todavía me colgaba el cordón umbilical recién cortado y pinzado”, comentó Sarah.
Lleva con orgullo “Caroline” como segundo nombre, en honor a la enfermera que le brindó los primeros auxilios luego de que la encontraran en uno de los pisos de un estacionamiento en la ciudad británica de Camberley, Surrey, a menos de 50 kilómetros de Londres.
La ex sargento de policía Wendy Whiting fue quien se presentó junto a ella en el programa allá por el 2001, y reveló que diez días después de encontrar a Sarah llegó una breve carta a la estación de policía, que más adelante se comprobó que había sido enviada por la mamá biológica de Sarah.
El mensaje decía: “Por favor cuiden a mi pequeña, la quiero mucho, pero no puedo con otro bebé. Gracias a todos los policías involucrados, al personal del hospital y al público en general por su ayuda”. Después de eso intentaron contactarla, pero no hubo resultados, y gracias a la difusión del caso Sarah fue adoptada tres meses después por un matrimonio.
“Mis padres adoptivos siempre me mantuvieron informada sobre mi pasado, y lo han hecho correctamente. Me mostraron los vídeos y el periódico. Siempre supe mi identidad y mi historia, respondieron a todas mis preguntas, y así debe ser”, comentó.
“Mi papá no sabía que yo existía”: las revelaciones de la búsqueda de sus padres biológicos
Cuando sintió la inquietud de saber quiénes eran sus padres biológicos, acudió al equipo de investigación del programa Long Lost Family: Born Without A Trace, y ellos la ayudaron a rastrear sus orígenes.
“Necesitaba una explicación, porque me faltaba saber de dónde vengo, saber por qué me abandonaron“, expresó. Y reveló: “Descubrimos que mi mamá era una adolescente cuando dio a luz, y mi papá ni siquiera sabía que existía, así que cuando se enteró dijo que estaba ansioso por conocerme”.
“Es increíble que mi padre y yo nos parezcamos tanto físicamente, y la forma en que me recibió en su familia fue increíble. Resulta que mi abuela trabajaba en el hospital a donde me llevaron los policías que me rescataron”, contó.
Su padre biológico también le dijo que la relación con su madre fue muy breve, y que ambos eran muy jóvenes, pero que nunca le había dicho que había estado embarazada. Recientemente el hombre se casó y tuvo una hija, que ahora es la pequeña hermanastra de Sarah.
Sobre su madre biológica, también lograron contactarla, pero se negó a un encuentro con ella. “Me alegra saber que al menos está viva y que está ahí fuera. Le dejo la puerta abierta para que venga a conocerme si quiere; nunca cerraré esa puerta“, expresó la joven.
“Sé que ella también se preguntaba dónde estaba yo, y quiero que vea que tengo una buena vida y que no estoy enojada con ella”, aseguró. Sarah se recibió en ciberseguridad y vive en Irlanda del Norte con su novia, Shannon.
“He tenido 24 años para procesar mi historia, y creo que mi madre tuvo mucho menos tiempo, y que la vida es compleja, así que no le voy a guardar rencor porque estoy orgullosa de quién soy”, concluyó.