“El blues es lo primero, damas y caballeros, pero hay algo que debo decirles ahora mismo: yo no toco blues. Yo toco rock and roll”. Esta declaración de principios estaba en la canción Talk About the Blues del disco Acme (1998) de la Jon Spencer Blues Explosion, y sirve como presentación para aquellos que no conocen la vida y la obra de Jon Spencer, el hombre que se presentará Niceto como solista el próximo 1º de abril en Niceto.

Porque si bien tiene un conocimiento extraordinario del rock y el blues, y por más que haya rescatado a pioneros olvidados como R.L. Burnside, el pedigrí de Jon Spencer está más relacionado con el punk rock que con otra cosa.

Pussy Galore (su disco de 1990 Historia de la música rock -sic- de 1990 incluía una versión del clásico Little Red Rooster, con el agregado en el título “Eric Clapton debe morir”); su Blues Explosion, power trio de dos guitarras más batería sin bajo mucho antes que los White Stripes, que no dudaba en incluir elementos del hip hop o de la electrónica a sus canciones rockeras para horror de los puristas; y su faceta rockabilly con Heavy Trash son algunos de sus hitos, sumado a que sus recitales suelen ser memorables desde la entrega y desde lo musical.

“Hablemos de música”, le dice Spencer a Clarín desde una computadora en algún lugar de los Estados Unidos, y ahí vamos, sabedores que la charla puede virar hacia otro lado en cualquier momento. Allá vamos.

-Primero que nada, ¿cómo ves al rock and roll veinticinco años después del inicio del Siglo XXI?

-Te puedo hablar desde mí. Para mí el rock and roll significa mucho, y por eso aún estoy en una banda. Todavía es un arte único que tiene mucho valor, y es la manera en la que me puedo expresar y ser yo mismo. Los ensayos, la vida de gira, la posibilidad de dar buenos shows para mí como performer y el feedback con la audiencia son cosas muy poderosas e intensas.

Tradición y un poco más allá

Jon Spencer, un g uitarrista explosivo, pero que conoce muy bien las raíces de la música country, el blues y el rock and roll. Foto: AFP/Fred TanneauJon Spencer, un g uitarrista explosivo, pero que conoce muy bien las raíces de la música country, el blues y el rock and roll. Foto: AFP/Fred Tanneau

-Te lo preguntaba porque en los ’90 se solía ver a la Blues Explosion como un grupo que buscaba estar un paso más allá en la evolución de ese sonido…

-Creo que íbamos para adelante, y es muy lindo que me lo digas así. Por supuesto que conozco muy bien la tradición y las raíces del rock and roll, del blues, de la música country y del soul, y queríamos agregarle un toque único y personal. Y todo eso sin olvidar el punk, que fue algo muy importante para mí, porque me daba el marco para una guerra entre “ellos” y “nosotros”.

Eran tiempos postmodernos, y nos gustaba investigar y meter elementos del hip hop, del noise, de la electrónica o del industrial. Era algo inspirador y excitante para nuestra música. Pero pensá en los comienzos, en un tipo como Elvis Presley, que no dudó en mezclar country con rhythm and blues. Por eso, creo lo nuestro fue algo divertido, pero no del todo original.

-¿Qué clase de show tuyo veremos esta vez? La primera vez que viniste con la Blues Explosion fue algo salvaje, y vos tenías un look de barba muy Charles Manson. Y la segunda, con Heavy Trash, parecías un cantante de los 50 y la música sonaba a rockabilly ciento por ciento…

-Esta vez tocaré con un trío que completan Kendall Wind en bajo y Maky Spider Bowman en batería: una muy buena base rítmica. Con ellos editamos Sick Of Being Sick! en 2024, y tocaremos temas de ese disco, alguno nuevo, y también canciones de la Blues Explosion, de Pussy Galore, de los Hitmakers y algún cover. Es un gran recorrido por casi toda mi trayectoria.

Me recordaste la barba que tenía la primera vez que fui a la Argentina. Ahí cometí un error. Recuerdo que en los Estados Unidos hacía frío, y me dejé la barba. Llegué a la Argentina, ¡y me morí de calor! Por lo tanto, también te puedo adelantar que nuestro próximo show en Buenos Aires será un concierto lampiño (risas).

Stones, Beatles y adelantarse a Sonic Youth

-Hablaste de Pussy Galore. ¿Es verdad la leyenda que cuenta que regrabaron el Exile on Main St. de los Rolling Stone porque escucharon el rumor que Sonic Youth iba a regrabar el White Album de los Beatles y se quisieron adelantar?

-Es la pura verdad: así fue. Fue un disco de repuesta, sólo que quedó sin pregunta, porque Sonic Youth jamás regrabó el White Album (risas). En ese momento ellos eran los reyes del under, y nos quisimos adelantar, más allá de que todos sepamos que los Stones son más cool que los Beatles (risas).

-Más allá de los viejos bluseros que siempre citás como influencias, ¿qué otras personas fueron importantes a la hora de convertirte en músico?

-Un grupo muy importante fue Gun Club, liderados por Jeffrey Lee Pierce, que falleció. Cuando estaba en la secundaria, en un pueblito de Nueva Inglaterra, encontrar cualquier música que fuera punk o new wave era una odisea: nada de eso sonaba en las radios. Y un amigo del colegio, que tenía hermanos más grandes, un día vino con el disco Fire of Love de Gun Club. Y nos voló la cabeza. Los vi en vivo un par de veces y luego, con Pussy Galore, compartimos alguna fecha.

En Gun Club tocaba la guitarra Kid Congo Powers. Él supo tocar también con los Cramps, y con Nick Cave & The Bad Seeds. Lo iba a ver muy a menudo con todos esos grupos y luego como solista, y siempre pensaba “Quiero hacer eso como lo hace él”. Bueno, aquí estoy.

Jon Spencer promete repasar toda su carrera en su show del 1 de abril en Niceto. Foto: Prensa Jon Spencer promete repasar toda su carrera en su show del 1 de abril en Niceto. Foto: Prensa

La guerra entre ellos y nosotros

-Hace un ratito, cuando hablabas de punk rock, hablaste de una guerra entre “ellos” y “nosotros”. Hoy, ¿quiénes serían “ellos”?

Los billonarios como Jeff Bezos o Mark Zuckerberg, y los republicanos tipo Trump o Musk. Estamos viviendo tiempos muy difíciles en los Estados Unidos, tiempos donde hay mucho miedo. Mis peleas no son contra otros músicos. Mis peleas son contra “ellos”, que sin dudas están en contra de los artistas.

-Sin dudas creo que el punk cambió el mundo. Y sin dudas creo que el rock and roll y el jazz son los grandes regalos que los Estados Unidos le dieron al mundo. Cuando apareció el punk era algo disruptivo, y debería aparecer algo sorpresivo, que no reconozcamos. Los tiempos de hoy son más fracturados, y al mismo tiempo hay demasiada información. Es fácil imaginarlo, y al mismo tiempo muy difícil.

Para Jon Spencer, el blues y el jazz son los grandes regalos que los Estados Unidos le dieron al mundo. Foto ShutterstockPara Jon Spencer, el blues y el jazz son los grandes regalos que los Estados Unidos le dieron al mundo. Foto Shutterstock

Venimos de una gira por la Costa Oeste de los Estados Unidos, y le hemos hablado al público sobre la situación política, sobre lo que Trump y Musk quieren hacer desde Washington D.C. Y no es que les digo que tienen que hacer: sólo quiero que sepan que es lo que está pasando. Y que miren al otro. Lo único que estos hijos de puta quien hacer es que nos odiemos, que haya divisiones, y ganar ellos cada vez más dinero desde la codicia.

Y son racistas como la mierda. El rock and roll es una música creada para combatir esa idea. Fijate en Little Richard. ¡Era un freak que se vestía como una drag queen completamente hermosa! ¡Un hombre transexual, bisexual, poli sexual o como quieras llamarlo! ¡Algo divino, la Reina del Rock and Roll! Esas cosas fueron las que hicieron a nuestro país un país grande, y no las basuras como Trump.



Fuente Clarin.com

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