Iwao Hakamada, el japonés que pasó más de 40 años en el corredor de la muerte y fue absuelto el año pasado, recibió una ¿justa? indemnización, de acuerdo a lo que informó el tribunal que lleva el caso.
El exboxeador profesional, que hoy tiene 89 años, fue condenado a muerte en 1968 por un cuádruple asesinato. A pesar de haber alegado repetida e insistentemente que la policía había falsificado pruebas en su contra, recién logró ser declarado inocente en septiembre de 2024.
Hakamada fue absuelto después de que una prueba de ADN demostrara que la ropa manchada de sangre utilizada para condenarlo fue plantada mucho después de los asesinatos, de acuerdo a lo que informó NHK, la cadena pública japonesa.
De esta manera, además, se convirtió en el preso que más tiempo esperó para ser ejecutado. Un triste récord.
Iwao Hakamada se retiró de su carrera como boxeador profesional -peleaba en la categoría peso pluma- en 1961 y consiguió trabajo en una planta procesadora de soja en Shizuoka, en el centro de Japón.
El 30 de junio de 1966 se produjo un incendio en la casa de su jefe. Durante el mismo, murieron su empleador y la esposa de este y sus dos hijos. Hakamada fue una de las tantas personas que colaboraron para resolver el incidente e intentó apagar el fuego.
Poco después, se descubrió que toda la familia había sido apuñalada y que les habían robado 17.000 dólares.
Dos meses más tarde, Hakamada fue arrestado por robo, incendio premeditado y asesinato. Tras brutales interrogatorios confesó su culpabilidad.
Ya en el juicio, se declaró inocente, pero no fue suficiente: lo encontraron culpable y lo sentenciaron a muerte el 11 de septiembre de 1968 por el Tribunal de Distrito de Shizuoka. Si bien nunca dejó de alegar su inocencia, en 1980 su condena a muerte fue confirmada.
Así, Hakamada permaneció encarcelado durante unos 47 años y siete meses hasta su liberación en marzo de 2014, cuando el Tribunal de Distrito de Shizuoka le concedió una repetición del juicio, indica nippon.com.
Finalmente, la espera terminó hace seis meses cuando el tribunal sentenció su inocencia.
Este lunes 24 de marzo, un tribunal japonés le concedió a Hakamada una indemnización de 217 millones de yenes como compensación por haber sido injustamente encarcelado durante casi cinco décadas.
La cifra generó polémica y debate: ¿cuánto vale haber perdido la libertad de manera injusta? Seguramente más que esto. Ocurre que la cifra representa poco más de 1.4 millones de dólares, es decir, solamente unos 85 dólares por cada día que estuvo tras las rejas.
El Tribunal de Distrito de Shizuoka confirmó en diálogo con CNN que Hakamada había recibido más de 217 millones de yenes, lo que representa, como adelantamos, aproximadamente 85 dólares por día desde su declaración de culpabilidad.
En este sentido, su representante legal, Hideyo Ogawa, describió a esta indemnización como la “cantidad más alta” jamás otorgada por una condena injusta en Japón, pero afirmó que nunca podría compensar lo que Hakamada había sufrido.
En su decisión respecto a la compensación, tomada el lunes, el juez presidente del tribunal, Kunii Kōshi, dijo que Hakamada “sufrió una angustia mental y física extrema dado que permaneció durante unos 33 años detenido solo esperando su ejecución”.
El año pasado, Hideko, la hermana de Hakamada, quien durante mucho tiempo luchó por su liberación, le dijo a CNN que décadas de encarcelamiento habían causado daños irreversibles en la salud mental de su hermano. El hombre “vivía en su propio mundo”, afirmó.
Y detalló: “A veces sonríe feliz, pero es cuando está en sus delirios… Ni siquiera hemos hablado del juicio con Iwao por su incapacidad para reconocer la realidad”.