“Si hubiera ocurrido a las 8:30 hs o más tarde, habría sido una masacre, una catástrofe”, dice Fabio Balzani, director de un centro deportivo a metros de una estación de servicio que explotó en la mañana de este viernes en Roma, dejando un saldo de al menos 40 heridos.
La explosión de la estación de servicio en la Via dei Gordiani, en la zona del barrio Labicano Prenestino de Roma, se escuchó de Saxa Rubra a Montesacro, del barrio Portuense a Valle Aurelia e incluso en la zona del Vaticano.
Fue tan poderosa que algunos llegaron a pensar que se trataba de la caída de un misil, teniendo en cuenta el tamaño de la nube de humo, que era densa y visible incluso más allá de los confines del distrito.
La explosión hizo temblar las ventanas de numerosos edificios en la capital italiana.
“Ha sido muy fuerte, sentí que me ardía la piel”, contó Michele Seco, un joven de 23 años que trabaja en el centro deportivo situado cerca y del que fueron evacuados unos 15 niños.
El siniestro se habría visto originado por una fuga de gas en el momento en que un camión cisterna llenaba los depósitos de la gasolinera.
Esa fuga habría provocado un incendio -que obligó a intervenir rápidamente a la policía y los bomberos-, y el fuego provocó la explosión.
La detonación se escuchó en toda la ciudad, y en internet circularon numerosos videos en los que se puede ver una columna de humo negro en el lugar del incidente, en el este de la capital.
Según el alcalde, entre los heridos figuran nueve miembros de las fuerzas de seguridad.
La policía acordonó la zona cercana a la explosión, en el barrio de Prenestino-Centocelle, para permitir a los bomberos trabajar. Igualmente evacuó dos edificios cercanos, además del centro deportivo.