Hacía décadas que no se registraba un frío tan intenso en gran parte del país. Durante los primeros días de julio, las temperaturas cayeron a niveles históricos, posicionando a la Argentina entre los lugares más fríos del mundo en ese momento.
El invierno se hizo sentir con una intensidad poco habitual en distintas regiones del país, en la Ciudad de Buenos Aires y otras provincias se registraron marcas que no aparecían en los informes meteorológicos desde hace décadas. El fenómeno puso en alerta a casi todo el territorio nacional.
Las bajas temperaturas se intensificaron de forma abrupta durante los primeros días de julio, dejando marcas que no se veían desde hace décadas.
A las nevadas inesperadas del fin de semana se le sumaron temperaturas extremas entre el lunes y el miércoles, lo que derivó en una seguidilla de récords que sorprendió a todo el país. No se registraba una temperatura tan baja desde agosto de 1991, según datos del Observatorio Central de Buenos Aires.
Mientras Europa transita una ola de calor agobiante, Argentina vivió el contraste: se convirtió en uno de los lugares más fríos del planeta durante esas jornadas. Según datos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), cerca del 90% del territorio nacional estuvo afectado por algún tipo de alerta por frío extremo, con algunas zonas de la Patagonia bajo alerta roja, el nivel de riesgo más alto.
En la Ciudad de Buenos Aires, el frío alcanzó una marca histórica. La mañana del miércoles 2 de julio se registró una mínima de -1,9 °C, la temperatura más baja en lo que va de 2025 y la más extrema desde agosto de 1991, cuando se había descendido por debajo de los -2 °C.
Los alrededores de CABA también sintieron el impacto. Localidades como Ezeiza, El Palomar, San Fernando y Campo de Mayo registraron temperaturas mínimas por debajo de los valores habituales para la época.
Además, se rompieron récords de temperaturas máximas más bajas en ciudades como Villa Gesell, Dolores, Pehuajó, La Plata y Aeroparque, donde, a pesar de ser mediodía, los valores no superaron los 7 °C.
Según el SMN, lo peor ya pasó. A partir de los próximos días, se espera un cambio en la circulación del viento, que pasará a ser del norte y ayudará a que las temperaturas comiencen a normalizarse. Además, aumentará la nubosidad en varias regiones, especialmente en el centro y sur del país, aunque sin lluvias en el corto plazo, salvo en algunas áreas de montaña.
En las provincias del centro, como Córdoba, La Pampa y el oeste de Buenos Aires, recién hacia el domingo podrían presentarse algunas lloviznas aisladas. También se espera que el SMN confirme si en varias ciudades se cumplieron las condiciones para declarar oficialmente una ola de frío, que requiere tres días consecutivos con temperaturas por debajo de los valores normales.