Una influencer, quien había sido repudiada de manera pública por separar a una cría de wómbat de su madre durante un video en Australia, habló por primera vez del tema. Ella ofreció disculpas al respecto y dio su versión de los hechos mediante un comunicado.
Una joven de Estados Unidos, conocida a través de las redes como Sam Jones ―ostenta más de 90 mil seguidores en Instagram―, rompió el silencio en las últimas horas después de haber causado indignación con su actitud en una filmación viral. La mujer, de 24 años de edad, publicó este mes en su cuenta personal un clip en el cual se la podía ver a ella en una ruta australiana, en calidad de turista.
Qué hizo la joven en el video
En un momento de la secuencia en cuestión, mientras un hombre grababa a Jones con su teléfono, la influencer levantó del piso a un wómbat bebé ―es un mamífero endémico de Australia que pertenece a la familia de marsupiales y está protegido por las leyes locales― y salió corriendo con el animal en brazos.
Por su parte, la madre del marsupial, que estaba cerca de su cría, comenzó a seguir a Jones. “Mirá a su mamá, está como persiguiéndote“, le avisó el hombre, quien filmaba la escena, a la joven estadounidense.

Luego de esta situación, la influencer se acercó a la cámara y mostró al wómbat bebé. “Agarré a una cría de wómbat. Su mamá está acá y se encuentra enojada“, advirtió Jones en aquel entonces. Cuando la joven sujetaba al pequeño mamífero, éste chillaba e intentaba zafarse de los brazos de ella.
Segundos más tarde, Jones dejó al marsupial a un costado de la ruta. “Dejémoslo ir. Tiempo de regresar a casa. Vení, mamá“, exclamó ella, en referencia a la madre del animal, según se pudo observar en la filmación subida a su perfil de Instagram.
La repercusión del clip
El clip de Jones llegó a millones de personas. Pronto, desató el enojo de usuarios de todas partes del mundo y también de organizaciones que defienden los derechos de los animales. Por otro lado, el primer ministro de Australia Anthony Albanese criticó con dureza a la influencer por su video, calificándolo de “indignante“.

Incluso, funcionarios del gobierno local plantearon la posibilidad de revocarle la visa a la turista y expulsarla del país. Sin embargo, de acuerdo con información del portal de noticias de la corporación de radiodifusión pública Australian Broadcasting Corporation (ABC News), Jones se marchó de Australia antes de que eso llegara a suceder.
Qué dijo la influencer a raíz del polémico video
A raíz de la ola de indignación provocada por el video, Jones tomó la determinación de borrar de su cuenta la publicación. El viernes 14 de marzo, ya fuera de Australia, la influencer emitió un comunicado por escrito en sus redes y se mostró arrepentida de sus actos.
En el comunicado, la joven aseveró que en su momento agarró al wómbat para que el animal “no fuera atropellado” por un vehículo de manera accidental y a su vez “chequear” el estado de salud del mamífero. Según ella, tras revisarlo, se lo devolvió “inmediatamente” a su madre y ambos wómbats “se fueron juntos” de allí.
“Cuando encontramos a la madre y a su cría en la ruta, inmóviles, me preocupé muchísimo. Como los wómbats suelen ser atropellados, me detuve para asegurarme de que salieran sanos y salvos de la ruta“, manifestó. Y agregó: “Me preocupaba de que la cría pudiera estar enferma o herida, y decidí agarrarla para chequear si era así. Corrí, no para separar a la cría de su madre, sino por miedo a que la mamá me mordiera”.

Por otra parte, Jones afirmó que no quiso robarse a la cría ni tampoco buscó obtener rédito en las redes con su video. “Reflexioné mucho sobre esta situación y me di cuenta de que no la gestioné lo mejor posible. Mi única intención era evitar que estos increíbles animales fueran atropellados… aprendí de esta situación y lamento profundamente la angustia que causé”, aclaró.
Por otro lado, la joven estadounidense comentó que recibió amenazas de muerte por su video. “Por haber sujetado a un wómbat, miles amenazan mi vida“, indicó al respecto.
Por último, de acuerdo con ABC News, la influencer acusó al gobierno australiano de permitir que los granjeros autóctonos maten wómbats y otros animales salvajes para la producción de productos alimenticios.

“A pesar de que el primer ministro me desea el mal por haber agarrado a un wómbat, le imploro que analice con atención lo que se está haciendo actualmente en Australia en relación con los verdaderos problemas que enfrenta, la falta de energía para decenas de miles de australianos y el trato que recibe su fauna autóctona”, opinó Jones.
La Ley de Protección Ambiental y Bioseguridad de Australia de 1999 advierte que es ilegal causar daño o capturar cualquier animal silvestre nativo, según indicó a ABC News una integrante de la ONG local protectora de animales llamada Servicio de Información, Rescate y Educación sobre la Vida Silvestre (Wildlife Information, Rescue and Education Service).