Más allá de la gran actuación de Franco Mastantuono, y los buenos partidos de dos futbolistas que no venían jugando como Leandro González Pirez e Ignacio Fernández, River no dejó mucho en su victoria por 2 a 0 sobre Ciudad Bolívar en su debut en la edición 2025 de la Copa Argentina. Lo más jugoso lo aportó Marcelo Gallardo luego del encuentro.
El Muñeco no esquivó el bulto en relación al presente de River, fue autocrítico y expuso el escenario de “impaciencia” e “histeria” que, según su óptica no ayuda al crecimiento de su equipo, que todavía no encuentra el funcionamiento adecuado.
“Hay una expectativa muy grande por lo que fuimos capaces de incorporar, pero para conformar un equipo que nos identifique hay un proceso de tiempo y hay una carga psicológica muy grande. Tenemos un plantel de jerarquía que se tiene que imponer rápidamente y todos esperan eso, pero hay que entender a los jugadores”, analizó Gallardo, que también abarcó a los que hicieron historia en Qatar 2022.
“Muchos vienen de otro contexto, de otros lugares. Los campeones del mundo llegan con ese peso y hay muchas cosas que no se hablan. Es más fácil atacar desde lugares que generen esa histeria que no lleva a ningún lado. Tengo que ser preciso en el diagnóstico y acompañar a jugadores que, aunque sean campeones del mundo, vienen sin jugar o de equipos que no están acostumbrados a tener que ganar permanentemente y tener que lidiar con el rendimiento y el resultado inmediato”, agregó en una entrevista con TyC Sports.
Gallardo intentó bajarle la espuma a todo lo que se dice en base a que River debe encontrar rápido el equipo y el juego por la gran cantidad de millones de dólares que invirtió y por tener jugadores campeones del mundo y con experiencia en Europa. Pero en el fútbol muchas veces las cosas no son lineales. Y a eso apuntó el entrenador de River.
A su vez, las cuestiones emocionales, psicológicas y físicas pueden influir y las lesiones (en este momento hay 7 jugadores en recuperación por dolencias musculares) aparecen y complican.
“Las lesiones forman parte de una carga psicológica que está, que existe. También está la readaptación a un país y a la histeria de todos nosotros, de que sea todo ya. Esa histeria no corresponde que yo se las transmita a ellos. Yo debo transmitir tranquilidad, confianza y que se vayan sintiendo cómodos”.
Y agregó: “Cuando baje toda la espuma, se tendrán que imponer porque hay jerarquía y se tiene que ver. Pero mientras la espuma esté, hay que tratar de surfear”.
En esas olas a surfear también se incluyó una pregunta en la conferencia de prensa en el Madre de Ciudad de Santiago del Estero que le generó incomodidad al técnico Millonario. Estuvo direccionada hacia el empresario Hernán Berman, quien representa a varios jugadores de River y también le da una mano al Muñeco, que el año pasado perdió a su histórico agente, Juan Berros.
El interrogante estuvo relacionado a la casi permanente presencia de Berman en los viajes de plantel y su supuesta influencia pero el entrenador aseguró que “no entro en esa”.
Además, en un contexto en el que River no convence, hasta el posteo de Jeremías Ledesma en Instagram -que luego borró- generó revuelo por las múltiples interpretaciones que se hicieron y obligó al Muñeco a salir a decir que sólo fue “una pavada”. Todas cuestiones que el técnico intenta controlar en una vorágine que no para y que incluye contratiempo con la seguidilla de bajas por temas musculares.