El actor francés Gérard Depardieu negó este martes haber cometido agresiones sexuales en 2021 durante el rodaje de la película ‘Les volets verts’, en la segunda jornada del juicio en su contra. En su primera declaración aseguró que no es un “sobón“, es decir, que no manoseó a nadie, en defensa de las acusaciones de agresión sexual, acoso sexual y de ultrajes sexistas a dos mujeres con las que compartió la filmación.
“No veo por qué disfrutaría manoseando a una mujer en un plató de cine. No soy un sobón (un manoseador). Hay muchos vicios que verdaderamente no conozco”, aseveró el actor de 76 años, que en este caso se enfrenta a una pena de hasta cinco años de cárcel y 75.000 euros de multa.
Depardieu contestó así al ser interrogado por el presidente de la sala del tribunal correccional de París que juzga este caso, mientras que las víctimas -una decoradora y una asistente de dirección- tendrán la ocasión de dar testimonio posteriormente.
Las declaraciones de esta segunda jornada del proceso se harán en dos turnos para abordar por separado los incidentes de cada denuncia, que tuvieron lugar presuntamente en septiembre de 2021, en un departamento en París donde se desarrolló parte del rodaje de Les volets verts, de Jean Becker.
En primer lugar se examinó la demanda de la decoradora, llamada Amélie (su nombre completo permanece confidencial), que acusa a Depardieu de haberla arrinconado en el set, de inmovilizarla con sus piernas y de tocarla en las caderas, las nalgas, la ingle y los pechos. También de haberle proferido comentarios como “ven a tocar mi gran sombrilla, te la meteré en el coño” (sic).
Cuestionado sobre esos hechos, Depardieu reconoció que en los rodajes tiende a hacer comentarios groseros, pero rechazó cualquier agresión sexual. Sí reconoció, a diferencia de lo que había hecho al declarar ante la policía el año pasado, que tuvo un contacto físico con la denunciante. Lo limitó, sin embargo, a un roce en la cadera para evitar caer al pasar por el set de rodaje.
Igualmente declaró que en aquel momento pesaba 150 kilos y que le hubiera resultado imposible, por su vientre, inmovilizar a nadie con sus piernas, incluso estando sentado.
Admitió también haber mantenido conversaciones con la denunciante, ya que al principio la tomó por la propietaria del apartamento, una mujer “bella” y “cerrada” que trabajaba con su teléfono, y luego le afeó haberle “mentido” por no contarle que era una integrante del equipo.
Relató también una crítica por no tener una habitación lista para la filmación y achacó haber tenido que disculparse con ella durante el rodaje (algo de lo que hay pruebas y testigos) no tanto por sus comportamientos inapropiados sino porque la cuestionó profesionalmente.
Respecto al comentario de la “sombrilla”, dijo que la decoradora estaba buscando esa clase de objetos y el actor le dijo que ya las encontraría en el sur y que se las podía “meter por el culo”, porque le importaban “una mierda”.
El actor había llegado con semblante tranquilo y relajado a esta segunda jornada de audiencias y en la sala estuvo arropado por figuras como su expareja Karine Silla, el actor Vincent Pérez o el escritor David Foenkinos, sentados como público.
El juicio estaba previsto que durase hasta hoy, pero después de que la primera jornada se diluyese en cuestiones preliminares y en una larga petición de nulidad interpuesta por la defensa (algo que las abogadas de las víctimas criticaron como “maniobras dilatorias”), los jueces previnieron a los testigos de que probablemente no declararán esta tarde, sino mañana por la mañana.
Depardieu, además, precisa de pausas y de audiencias limitadas a seis horas de duración debido a problemas de hipertensión y diabetes que ya ocasionaron el aplazamiento del proceso en octubre pasado.