El Gobierno de Milei restituyó el Registro Nacional de Armas, que reemplaza a la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC).
La decisión fue tomada a través del Decreto 445/2025, a través del cual se establece que el organismo descentralizado, que funcionaba bajo la órbita del Ministerio de Seguridad Nacional, pase a funcionar como un organismo desconcentrado.
La nueva norma fue tomada dentro del proceso de reestructuración que la gestión de La Libertad Avanza viene llevando adelante a través de la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos (Ley 27.742), que dispuso cambios de la ANMaC y el RENAR, que pasará a operar como organismo desconcentrado bajo la órbita de la cartera a cargo de Patricia Bullrich.
El RENAR mantendrá las funciones que ejercía la ANMaC, entre las que se encuentra la fiscalización de la Ley de Armas y Explosivos N° 20.429, controlar materiales regulados y las políticas de prevención del uso violento de las armas de fuego.
El decreto, además, elimina el Fondo de Promoción de las Políticas de Prevención de la Violencia Armada (FPVA), y el financiamiento de las campañas se realizará a través de los recursos del Ministerio de Seguridad.
“Optimizar su funcionamiento y facilitar la coordinación con las políticas de seguridad nacionales, a la vez que se mantiene la especialidad técnica del organismo para la administración de las bases de datos sensibles y su rol regulador y de control de los materiales regulados”, destacaron entre los argumentos.
Uno de los objetivos es apuntar a la “reducción del gasto público”, debido a que el funcionamiento del nuevo organismo será absorbido por el Ministerio de Bullrich.
Días atrás, el Gobierno simplificó los trámites relacionados a la tenencia de armas y eliminó la reinscripción, junto con el pago de la tasa anual ante la Anmac para los Legítimos Usuarios Comerciales, Colectivos, Cinegéticos y Entidades de Tiro.
Lo hizo a través de una resolución publicada en el Boletín Oficial y que lleva la firma del director de la Anmac, Juan Pablo Allan.
Esto significa que quienes sean fabricantes de armas de uso civil y uso civil condicional, de municiones y materiales especiales, talleres de armado y reparación de vehículos blindados, verificadores y repotenciadores de instalaciones blindadas, y recargadores comerciales de munición ya no tendrán que inscribirse todos los años. Hasta ahora debían hacerlo, incluso si no tenían ninguna novedad que declarar.