A veces los deseos más inusuales son los que dejan una huella imborrable. El 8 de febrero, Loretta, una residente del Hogar de Ancianos Avon de Nueva York, celebró su cumpleaños número 104 de una manera tan peculiar como sorprendente.
En lugar de una fiesta tradicional o una cena tranquila rodeada de familiares, su deseo fue claro: quería pasar la tarde en la prisión del Condado de Livingston, un lugar que nunca había tenido la oportunidad de conocer.
La historia comenzó cuando, durante una conversación en el hogar de ancianos, el personal le preguntó a Loretta qué le gustaría hacer para conmemorar sus 104 años. Su pedido fue una sorpresa para todos, pero se trató de un insólito de un deseo que quería cumplir hace mucho tiempo.
Tras plantear la propuesta a la Oficina del Sheriff del Condado de Livingston, los oficiales no dudaron en hacer realidad el bizarro sueño de la cumpleañera.
Dos días después de su cumpleaños, llegó el momento tan esperado por la mujer. La sede de la Oficina del Sheriff preparó cálidamente una pequeña celebración para Loretta con café y torta, e incluso le dedicaron una publicación en su Facebook, en la que muestran el encuentro.
Cómo fue la visita a la cárcel de la mujer de 104 años
Aunque Loretta ya vivió más de un siglo, su espíritu aventurero no parece haber disminuido.
Luego de la cortesía de bienvenida, ella recorrió las instalaciones penitenciarias junto a los agentes de seguridad, que amablemente la trasladaron en su silla de ruedas durante todo el recorrido.
Su tour comenzó en la sala de control, en la que se encuentran las cámaras de seguridad que registran los movimientos de toda la cárcel. La policía encargada de ese sector le explicó su trabajo y las funciones que se llevan a cabo. La abuela prestaba atención a cada palabra, mientras sonreia.

Por supuesto que, acorde al lugar, no iba a perderse la oportunidad de tener unas esposas en sus muñecas, entre otras herramientas carcelarias, que pidió personalmente conocer.
La experiencia fue completa: tuvo la posibilidad de ingresar a una celda -vacía- y también pasar un rato con la mascota que colabora con los agentes penitenciarios.

La Oficina del Sheriff del condado de Livingston, además de compartir algunas fotos, expresó en sus redes sociales lo felices que estaban de haber podido cumplir el sueño de Loretta: “Se lo pasó genial recorriendo nuestras instalaciones y estamos muy contentos de haber podido hacer realidad su deseo de cumpleaños”.
Pisar una prisión pude ser aterrador para muchos, en cambio, para Loretta andar por los pasillos de la cárcel se convirtió en uno de los mejores regalos de su vida. Ya puede tacharlo de su lista de deseos.
La celebración de su cumpleaños fue, sin duda, una ocasión especial para la longeva, pero también lo fue para aquellos que tuvieron la suerte de ser testigos de esta singular travesía.
Antes que la anciana se retire de la institución, los policías no se privaron de pedirle un consejo para vivir tantos años como ella. . “El secreto para vivir una larga vida es, sin duda, ¡meterte en tus asuntos!”, expresó Loretta con picardia.