Contando gobiernos anteriores, los jubilados llevamos un desfasaje de al menos 120%.
Señor presidente Javier Milei, ¿usted puede vivir con 260 mil pesos y un bono arcaico que hacen pasar por “ayuda”?
¿Usted, señor Presidente, puede vivir con 330 mil pesos?
Las medidas tomadas afectan la salud y el bienestar de los adultos mayores.
Sin buena alimentación, medicamentos inalcanzables, muchos sin techo y sin políticas reales y concisas que nos protejan, los jubilados no sólo somos indigentes sino que parece haber una campaña contra nosotros y un genocidio de adultos mayores.
El Presidente dijo que Argentina es un ejemplo mundial… y yo me pregunto ¿ejemplo de qué?
¿De pobreza y maltrato a los adultos mayores? Se regodean por los números de la macro economía a costa de la indigencia y pobreza de jubilados, chicos y trabajadores. Siempre los sacrificados somos los mismos.
Patricia Díaz Coroas / Pdiazcoroas@hotmail.com
Voces, reclamos y esperas de jubilados
Nuestra sociedad vivió años dividida por los K, sometiendo instituciones, apretando a la prensa, intentando dogmatizar la educación, todo bajo la soberbia del poder encarnado en la figura de la ex presidente.
Creí que por fin a partir de 2024 el orden constitucional y la unión nacional marcarían el nuevo camino del país. Me equivoqué. Reconozco la mejora inflacionaria, terminamos el año pasado con el 117,8% y para 2025 se pronostica entre el 20 y el 30%. Cifras todavía altas para un absurdo autoelogio del Gobierno afirmando “pulverizamos la inflación”. Siempre hay muchos que compran las buenas noticias, aun las exageradas.
Mientras, los países hermanos del continente no llegan siquiera al 5% anual sin hacer propaganda de gira por el mundo. Lo que importa de verdad es que hoy se sigue incentivando la ruptura social, ofendiendo periodistas, insultando a los que piensan diferente, discriminando grupos sociales o a los pobres jubilados. Otra vez la soberbia, encarnada en una única verdad y un solo sacerdote.
Gobernar un país para el futuro no se reduce a bajar la inflación mientras los líderes se insultan, nos insultan y aumenta la grieta social que comenzó allá por los 50. Sin discutir y aprobar políticas de Estado ningún país progresa. Recordemos los años sin inflación de Cavallo y miren cómo terminó todo.
Matías Aníbal Rossi / matiasrossi2014@gmail.com
¡Qué tiernos! Ver a los tres abrazarse dulcemente porque lograron la suspensión de las PASO. Yo hubiera preferido que se abracen cuando se logre terminar con los incendios en el Sur, en El Bolsón, o en la zona cercana a Bariloche. Pero no. Me hubiera gustado que se abracen por disminuir al máximo posible los homicidios en el Conurbano y Rosario. Pero tampoco es por eso. O que se lograron abrir otros centros de atención a discapacitados. O que se logró mejorar el poder adquisitivo de los jubilados. O que empresas como Los Grobo o Sancor pudieron salir de sus crisis. Pero no.
Encerrados en su bola de cristal los dirigentes que manejan Argentina se abrazan porque el pequeño del grupo se afilió a LLA. ¿Que dulce, no?
Esteban Tortarolo / etortarolo@gmail.com
Los jubilados, que hemos aportado nuestro esfuerzo y dedicación a lo largo de los años, nos enfrentamos a una cruda realidad: jubilaciones y pensiones insuficientes, recortes en servicios de salud y un trato que muchas veces roza el desprecio.
En lugar de ser considerados como pilares de la sociedad, nos convertimos en una mera variable de ajuste en el presupuesto estatal. Cada vez que se habla de recortes, somos los primeros en sufrir las consecuencias. La falta de respeto hacia los adultos mayores no es solo un problema de política pública; es un reflejo de la cultura que desde hace décadas se viene promoviendo.
Si se siguen ignorando las necesidades y sacrificando el bienestar de los jubilados en nombre de la economía, estamos fracasando como sociedad.
Francisco Manuel Silva / frsilva50@gmail.com
Había trascendido que uno de los motivos por los que el Presidente no envió al Congreso el Presupuesto 2025, prorrogando el ya prorrogado en 2024, era para reducir fuertemente las partidas destinadas a pagar juicios con sentencias firmes contra la ANSeS.
Ismael Bermúdez lo confirmó ya hace unos días. Esta es una de las formas en que este gobierno obtiene superávit fiscal: no paga deudas, en este caso alimentarias.
Aclaro que no tengo juicio contra la ANSeS con sentencia firme a cobrar.
Hugo Perini / hperini@consejo.org.ar
Es profunda la desigualdad ante la ley que sufrimos los jubilados que pasamos a ser ciudadanos de segunda sin que nadie diga nada al respecto. No voy a referirme a la quita del poder adquisitivo de las jubilaciones ni al ajuste del que fuimos víctimas predilectas del actual Gobierno .
La tan publicitada derogación de leyes vetustas ignora aquellas como la que impone que la ANSeS descuente en concepto de aporte a PAMI un porcentaje de hasta un 6% a las jubilaciones que superan el haber mínimo. ¿Con qué lógica? Si la jubilación es mayor; el aporte del 3% sería también mayor y aplicar un 6% debe interpretarse como un castigo a quien trabajó más e hizo más aportes.
Otro tema también de discriminación es la prohibición a los jubilados de derivar estas contribuciones de PAMI a una prepaga. El resto de los argentinos pueden hacerlo. Muchos jubilados con supremo esfuerzo mantenemos una prepaga en forma paralela y no usamos PAMI y tenemos así doble erogación. ¿Es otro castigo?
Que algún líder mesiánico le pregunte a las Fuerzas del Cielo si trabajar es pecado y si por eso somos castigados.
Susana Irma Vila / susanairmavila@gmail.com