El mundo de la moda también llega a los colores que usamos en las manos. Esta temporada de invierno 2025, las uñas se visten con una nueva paleta de colores que deja atrás al esmalte negro como opción infalible, y lo reemplaza por tonos más suaves, sobrios y con mucha presencia.
Con una estética más pulida y minimalista, los colores que se imponen en las uñas de este invierno combinan elegancia con practicidad. Algunos permiten una manicura en casa sin complicaciones, mientras que otros aportan un toque de originalidad sin perder estilo. Te contamos cuáles son los cinco esmaltes que marcarán tendencia en esta temporada de invierno 2025.
En sintonía con una moda que cada vez valora más lo simple, el esmalte nude es uno de los grandes protagonistas de este invierno. Tonos piel, beige claro o rosados suaves ganan terreno gracias a su capacidad de generar una imagen pulida y discreta, sin dejar de ser elegante.
Además, su versatilidad lo hace perfecto para todos los tonos de piel y es una excelente opción para quienes prefieren uñas cortas y prolijas. Con solo una capa y un buen top coat, se puede lograr un acabado profesional sin salir de casa.
El color moka o Mocha Mousse llegó para quedarse. Con un aire nostálgico que remite a los 70 y un efecto visual suave, pero distinguido, esta tonalidad se convirtió en una de las más elegidas por quienes prefieren colores neutros con carácter. Ideal para pieles claras o frías, se adapta bien tanto en uñas largas como cortas.
No es casualidad que este haya sido el tono seleccionado por Pantone como el color del año 2025. Su presencia sutil y cálida acompaña perfectamente la paleta típica del invierno, con sweaters en tonos tierra, tapados camel y accesorios de cuero.
Aunque no forma parte de la gama tradicional de esmaltes, el verde oliva se ganó un lugar entre las tendencias actuales. Este color, que combina el espíritu relajado con un toque fashionista, es ideal para quienes se animan a salir del molde sin caer en lo excéntrico.
El verde oliva tiene además la ventaja de contrastar muy bien con tonos neutros, como el gris, el beige o el blanco roto, muy presentes en la indumentaria invernal. Es una elección canchera y distinta, que suma personalidad a cualquier manicura.
El borgoña pisa fuerte como una alternativa más refinada del clásico rojo. Con una intensidad que lo vuelve ideal para los días más fríos, este color transmite fuerza y elegancia sin recurrir a tonos oscuros extremos. Es una opción perfecta para quienes aman el rojo, pero buscan una vuelta de tuerca que combine con la atmósfera invernal.
Lo mejor es que este tono se adapta a cualquier estilo: va bien tanto en looks formales como en outfits relajados. Además, en uñas cuadradas o almendradas genera un efecto muy estilizado.
Para quienes no pueden vivir sin esmaltes oscuros, el azul profundo aparece como una alternativa igual de intensa pero con más carácter. Este tono se instala como un nuevo básico del invierno: transmite elegancia, seriedad y originalidad en partes iguales. Funciona tanto en su versión cremosa como en acabados metalizados o con brillo sutil.
Además, es ideal para quienes quieren mantener una imagen sobria sin recurrir al negro, que puede resultar demasiado pesado para algunas personas. El azul oscuro combina con cualquier look invernal y es una excelente opción para la noche.