Para quienes viven en la Ciudad de Buenos Aires y buscan desconectarse sin tener que organizar una gran escapada, hay dos lugares que sorprenden por su belleza natural, su cercanía y la posibilidad de armar un picnic mirando el río. Son espacios que combinan lo mejor de una jornada al aire libre con el verde y la brisa costera, pero sin alejarse más de media hora del Obelisco.

Ya sea con reposera, mate, bici o solo ganas de caminar, estos dos parques, uno al norte y otro al sur del AMBA, permiten cortar la semana o disfrutar el fin de semana con propuestas gratuitas, seguras y en contacto con la naturaleza. Lugares amplios, cómodos y accesibles, ideales tanto para ir en familia como para una escapada en solitario.

Ubicado en Vicente López, el Paseo de la Costa se convirtió en uno de los destinos más elegidos por quienes viven en el norte del Conurbano y también por porteños que cruzan la General Paz en busca de aire puro. Con más de un kilómetro de extensión sobre la ribera del Río de la Plata, este espacio se destaca por su tranquilidad, limpieza y orden, lo que lo hace ideal para pasar una tarde sin preocupaciones.

A lo largo del paseo se pueden encontrar senderos para caminar o trotar, zonas arboladas que ofrecen sombra natural, y bancos distribuidos estratégicamente para descansar y disfrutar del paisaje.

También hay áreas verdes amplias donde muchas personas se reúnen a compartir un mate, leer o simplemente mirar el río. Las pistas de skate son otro de los atractivos para jóvenes y adolescentes que aprovechan el espacio abierto para practicar con libertad.

Durante los fines de semana, no es raro ver ferias, recitales o actividades culturales impulsadas por el municipio, lo que le suma valor a una propuesta que, de por sí, invita a quedarse varias horas. Además, la cercanía con el centro de Vicente López permite complementar el paseo con una visita a sus bares o heladerías, sin perder el clima relajado de la costanera.

En el sur del AMBA, el Parque del Río se perfila como una de las grandes transformaciones urbanas de los últimos años. Este espacio en Avellaneda, cada vez más elegido por vecinos de la zona y visitantes de la Ciudad, combina infraestructura moderna con un entorno natural cuidado que lo convierte en un plan completo para todas las edades.

Lo que distingue a este parque es su fuerte enfoque en la inclusión y la diversidad de actividades que propone. Hay juegos infantiles para los más chicos, estaciones de ejercicio para personas mayores, y espacios deportivos para quienes quieren moverse más: canchas de fútbol, vóley, mesas de ping-pong, y áreas para calistenia. También se suman carritos gastronómicos y mesas distribuidas para quienes llegan con su vianda o con ganas de tomar unos mates frente al río.

Uno de los sectores más valorados es el mirador elevado, que permite contemplar el horizonte ribereño y la silueta urbana a lo lejos, con el muelle y el pequeño faro como postales ideales para la hora del atardecer.

Frente al bullicio del tránsito y las veredas apuradas, estos espacios costeros se posicionan como verdaderos pulmones verdes, ideales para reconectar con el entorno natural sin la necesidad de hacer turismo rural ni grandes desplazamientos.



Fuente Clarin.com

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