Ubicado en el corazón de la provincia de La Pampa, este pueblo invita a bajar un cambio, respirar aire puro y redescubrir el valor de la tranquilidad. Con calles amplias, plazas llenas de historia y esa calidez típica del interior, Victorica es el lugar ideal para quienes buscan una escapada para desconectarse del ritmo acelerado de la ciudad.

Aunque no es tan conocido fuera de su provincia, este pueblo fue nominado para competir por el título de “el más lindo del mundo” en una selección internacional que reconoce a las joyitas escondidas del planeta. Su encanto no es casual: tiene una fuerte identidad cultural, paisajes rurales interminables y una propuesta turística que invita a relajarse y reconectar con lo simple.

Si lo que buscás es una escapada donde se mezcle historia, aire libre y buena comida, este rincón de La Pampa tiene todo. Una visita obligada es la Casa de la Cultura “Pueblo Ranquel“, que permite conocer de cerca la herencia de los pueblos originarios de la región. También podés recorrer la antigua estación del tren, un lugar que conserva intacto el espíritu de otras épocas.

Para estirar las piernas y disfrutar del entorno, nada mejor que dar una vuelta por la Plaza Franchesca o la Plaza de la Memoria, puntos clave del pueblo donde la historia y la vida cotidiana se cruzan.

Además, hay circuitos rurales para hacer en auto o a pie, que permiten contemplar la inmensidad pampeana, la fauna típica y hasta visitar estancias que ofrecen experiencias gastronómicas con sabores bien locales.

Victorica se encuentra en el noroeste de La Pampa, a 745 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, y llegar en auto lleva unas 7 horas y 40 minutos, dependiendo del tránsito.

Este rincón pampeano, cabecera del departamento Loventué, es perfecto para escaparte un fin de semana largo, en pareja o con amigos, y volver renovado.



Fuente Clarin.com

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