El asado argentino, y para el argentino, siempre fue algo más que solo una comida, un almuerzo o una cena. Se trata de un ritual que reúne a amigos y familiares alrededor del fuego, donde cada detalle cuenta para alcanzar la perfección de la carne y el momento de encuentro.
Pero hay una pregunta que genera debates en cada reunión: ¿cuál es el mejor momento para salar la carne? Este detalle, que parece menor, puede marcar la diferencia entre un asado jugoso o uno seco, entre una textura tierna o dura. Si sos de los que disfrutan experimentar con distintos métodos o simplemente querés asegurarte de que tu asado sea inolvidable, seguí leyendo.
¿Cuándo es el mejor momento para salar la carne en el asado?
El debate está abierto y las opiniones son variadas. Lo cierto es que no hay un momento ideal universal para salar la carne del asado, ya que todo depende del gusto y la experiencia del asador. Cada técnica aporta un resultado distinto en cuanto a sabor, textura y jugosidad, y la elección final queda en manos de quien domina la parrilla.
Algunos prefieren salar la carne antes de ponerla al fuego, otros durante la cocción, y algunos incluso esperan hasta el último momento, justo antes de servirla. ¿El objetivo? Resaltar los sabores naturales de la carne sin perder su jugosidad.
A continuación, repasamos las técnicas más populares para que elijas la que mejor se adapte a tu estilo de asado.

Salar antes de la cocción
Muchos asadores eligen agregar sal gruesa cuando la carne está cruda. Esta técnica tiene sus defensores porque:
- Retiene los jugos internos: la sal forma una costra que sella la superficie de la carne.
- Distribución uniforme del sabor: la carne absorbe la cantidad justa de sal.
- Mejora la textura: ideal para cortes gruesos como el vacío o el costillar.
¿Cuándo hacerlo? Justo antes de llevar la carne a la parrilla, asegurándote de cubrir bien ambos lados.

Salar durante la cocción
Otros prefieren salar la carne mientras se cocina en la parrilla. Los motivos son claros:
- Menos pérdida de jugos: la sal no extrae tanta humedad, manteniendo la carne jugosa.
- Control del sabor: permite ajustar la cantidad de sal en tiempo real.
- Perfecto para cortes finos: evita que la carne se reseque rápidamente.
- Consejo: añadí la sal cuando la carne ya tenga un poco de cocción, para que los jugos no se pierdan en exceso.
Salar después de la cocción
Algunos asadores esperan hasta el último momento, justo antes de servir la carne:
- Realza el sabor natural: la sal actúa como un potenciador sin alterar la jugosidad.
- Toque crujiente: ideal si usás sal en escamas o sal marina.
- Evita la deshidratación: la carne mantiene su humedad interna intacta.
- Tip: esta técnica es perfecta para quienes buscan resaltar el sabor original de la carne.
Entonces, ¿cuál elegir?
El mejor momento para salar la carne dependerá de tu preferencia personal y del tipo de corte. La clave está en experimentar con cada técnica hasta encontrar la que mejor se adapte a tu estilo de asado. Lo importante es que disfrutes del proceso y del resultado final junto a una buena compañía.
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