La lengua de suegra, también conocida como Sansevieria, es una de las plantas más populares en los hogares argentinos. Su fama se debe a que requiere pocos cuidados y sobrevive en casi cualquier rincón. Sin embargo, hay una tarea que no conviene ignorar si querés que luzca siempre impecable: la poda.
No es cuestión de cortar por cortar. Para que la planta crezca fuerte, con hojas firmes y sin manchas, es importante elegir el momento adecuado para podarla, usar las herramientas indicadas y saber qué tipo de hojas conviene eliminar.
Cuál es la mejor época para podar la lengua de suegra y evitar que se deteriore
El momento ideal para podar esta planta es en los meses más cálidos, como fines de primavera o durante el verano, ya que es cuando está en pleno crecimiento. En ese período, se recupera rápidamente y puede desarrollar nuevas hojas sin dificultad.
En cambio, hacerlo en pleno invierno o durante una ola de frío podría afectarla seriamente, al punto de frenar su desarrollo o incluso matarla. Además, la poda no debe hacerse con frecuencia.
Los especialistas recomiendan espaciarla cada seis meses o incluso una vez por año. Antes de empezar, es fundamental desinfectar bien las herramientas de corte para evitar que hongos o bacterias dañen el ejemplar. Usar tijeras limpias y bien afiladas es una parte clave del proceso.
El primer paso es observar detenidamente la planta. Hay que identificar hojas que estén secas, amarillas, marrones o con signos de deterioro. También conviene prestar atención si hay zonas con muchas hojas amontonadas: en esos casos, aunque algunas estén sanas, podarlas ayuda a que circule mejor el aire entre ellas.
Es importante tener en cuenta que los expertos en jardinería no recomiendan cortar más de un tercio del total de la planta, ya que eso puede generarle un estrés difícil de revertir.
El corte debe hacerse lo más cerca posible del sustrato, sin dejar bordes irregulares. Una vez que la poda esté terminada, es importante brindarle ciertos cuidados para que se recupere bien: ubicar la maceta en un lugar con luz indirecta, regar solo cuando el sustrato esté completamente seco y aplicar fertilizante cada seis semanas.
Con estos pasos simples, tu sansevieria estará en condiciones de atravesar el invierno sin complicaciones y crecer aún más fuerte en la próxima temporada.