En Silicon Valley, uno de los principales motores de avances tecnológicos del mundo, surgió una nueva tendencia. No se trata de una plataforma digital ni de criptomonedas, sino del acto mismo de la concepción.
La procreación, el tener hijos, ahora también se convierte en un campo de innovación.
La preocupación de los referentes del mundo tecnológico como Elon Musk, por la baja de las tasas de natalidad se combina con su deseo de diseñar una generación que herede sus habilidades e intelecto.
Se trata del pronatalismo moderno: un mundo donde la fertilización asistida se encuentra con las innovadoras herramientas de inteligencia artificial. ¿Qué lleva a los líderes de Silicon Valley a unirse a este movimiento?
Cada vez menos bebés: la respuesta del movimiento natalista
Desde que Elon Musk, dueño y fundador de SpaceX, adquirió Twitter en 2022, advirtió en al menos 41 ocasiones sobre un “colapso poblacional” global inminente, debido al envejecimiento de las poblaciones en países como Japón y Corea del Sur.
El natalismo o pronatalismo no considera este fenómeno solo como una crisis demográfica regional, sino como una amenaza para la humanidad.
“Si no engendramos suficiente gente como para al menos mantener igualar o aumentar el nivel de la población, la civilización se derrumbará”, sentenció Musk en una entrevista en 2021.
Según la periodista especializada en cultura y tecnología Julia Black, el natalismo no es una idea nueva: ya hubo olas a favor de la natalidad masiva, como el célebre “baby boom” posterior a la Segunda Guerra Mundial.
Lo que vuelve único al pronatalismo es que, en vez de ser fomentado exclusivamente por un gobierno o Estado, sus mayores impulsores son los CEOs más ricos y poderosos del mundo, que no temen en invertir en tecnologías para perfeccionar cada vez más embriones.
La llamada “Big Fertility”, según Bloomberg, atrajo alrededor de 874 millones de dólares en 2023, destinados a empresas emergentes relacionadas con la fertilidad.
Musk, Thiel y Altman: los empresarios clave del nuevo natalismo
¿Quiénes son exactamente estos influyentes ejecutivos? ¿De qué manera y con qué intensidad apoyan el pronatalismo, tanto en Estados Unidos como a nivel global.
Elon Musk
Como se mencionó, el impulsor más destacado de esta causa es el dueño de Tesla, quien llevó a la práctica sus creencias sobre la importancia de ampliar la familia.
Entre 2021 y 2025, tuvo cinco hijos con tres mujeres diferentes, siendo el más reciente de ellos nacido en marzo.

Es padre de catorce niños en total y se estima que al menos nueve de ellos llegaron al mundo mediante la subrogación de vientre y/o fecundación in vitro.
Peter Thiel
El empresario y cofundador de la billetera virtual PayPal con Musk apoya indirectamente esta tendencia mediante el apoyo económico a start ups que propulsan la fertilidad.

Las más llamativas son 28, una aplicación de seguimiento del ciclo menstrual que disuade a sus usuarias del uso de anticonceptivos y promueve el método tradicional de evitar relaciones durante el período fértil; y TMRW Life Sciences, una empresa especializada en la automatización de la preservación de óvulos y embriones congelados.
Thiel tuvo dos hijas con su pareja, Matt Danzeisen, mediante de vientre subrogado.
Sam Altman
Altman, programador y jefe ejecutivo del exitoso ChatGPT, ha contribuido al natalismo de la misma forma que Thiel, de forma más discreta y mediante apoyo económico.
Invirtió principalmente en Conception, una empresa de biotecnología que tiene como objetivo poder generar embriones a partir de células madre, en un proceso que permitiría a mujeres mayores o parejas del mismo sexo a concebir hijos.
A su vez, en 2022 declaró en el podcast de tecnología Greymatter: “Por supuesto que voy a tener una familia grande“.

Malcolm Collins, fundador de la organización Pronatalist.org, y reconocido junto a su esposa Simone como uno de los máximos referentes actuales del natalismo, explicó la atracción de los empresarios hacia esta corriente ideológica:
“Están lo suficientemente obsesionados con los datos y son lo suficientemente ricos como para analizarlos, y además tienen suficiente riqueza y poder como para no temer ser cancelados“.
La industria de la tecnología reproductiva: Reprotech
Poco a poco surgen empresas de tecnología reproductiva (“reprotech“) que van más allá del negocio de congelar óvulos y ofrecen monitorear su calidad.
La startup Orchid emplea algoritmos avanzados para identificar y prever futuras enfermedades o aflicciones genéticas en los gametos de la madre.
Noor Siddiqui, su fundadora y recipiente de la Beca Thiel, describe el proyecto como “una imagen única del destino genético de cada bebé“.

Úteros artificiales
Por otro lado, a fines de 2024, el concepto de los úteros artificiales generó controversia y desinformación.
El comunicador científico Hashem Al-Ghaili subió un vídeo potenciado con IA a su sitio web donde imaginaba a Ectolife, una compañía ficticia que permitiría el desarrollo y gestación de un feto por fuera de su madre, en un laboratorio.

Si bien el video no era más que una idea creativa, decenas de miles de personas lo difundieron por Facebook e Instagram y se volvió tan viral que su propio creador tuvo que salir a desmentir que Ectolife fuera real.