Erling Haaland, la gran estrella del Manchester City, fue denunciado por una mujer que lo acusa de haberle provocado un latigazo cervical y una conmoción cerebral antes del partido ante el Southampton, disputado el 26 de octubre en el Etihad Stadium. Lo más llamativo es quién lo señala y cómo se habrían producido los hechos.

La denunciante es la persona que se encontraba dentro de “Moonbeam”, la mascota oficial del City. Según su testimonio, recibió un par de golpes en la parte posterior de la cabeza mientras posaba para una foto. En un principio, pensó que había sido alcanzada por un pelotazo, pero luego tuvo que acudir al hospital: “Estaba bastante molesta, lloraba y me dolía la cabeza, creo que estaba en shock”, habría declarado al diario The Sun.

De acuerdo con esa versión, la investigación interna del club absolvió a Haaland antes de que el City decidiera prescindir de la trabajadora, quien cobraba 100 libras por partido (unos 130 dólares). La mujer, que prefirió mantener el anonimato, presentó una denuncia policial por agresión y acusó al club de encubrir al delantero noruego.

“Más tarde me di cuenta de que vino detrás de mí, me golpeó en la cabeza y luego se apoyó en mi cabeza”, habría asegurado la denunciante. También reveló que le comentó el episodio al jefe de seguridad del City, quien se habría reído y le respondió: “Al menos podés decir que Erling Haaland te golpeó”.

Tras el incidente, la mujer fue invitada a retirarse, pero decidió completar su turno. Luego vomitó y sufrió dolor de cuello y cabeza, por lo que al día siguiente fue evaluada por el médico del primer equipo, quien le sugirió acudir al hospital. En la guardia del Salford Royal confirmaron sus síntomas, aunque los estudios médicos no revelaron daños.

El club cerró la investigación concluyendo que Haaland no le había causado lesiones: “Erling siempre le da un suave toque en la espalda o la cabeza a Moonbeam como gesto de reconocimiento”. Desde la institución también afirman que las imágenes del incidente muestran que el delantero apenas la “rozó”.





Fuente Clarin.com

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