Aunque futbolísticamente todavía no despegó, Almirante Brown fue uno de los temas centrales en la zona Oeste del Gran Buenos Aires hace unos días. Y no tanto por el flojo arranque del club de La Matanza en la Primera Nacional (empató 1-1 con Morón en Isidro Casanova y luego fue goleado 5-2 por Estudiantes, en Caseros), sino por el rápido y enorme gesto que la dirigencia realizó ante un episodio tan miserable como repudiable.
Es que después del clásico con Morón trascendió que Mateo, un pequeño hincha del Mirasol, había sido despojado de la silla de ruedas que utilizaba para movilizarse tras haber sufrido una fractura en una de sus piernas.
El niño y su familia, quienes viven en el barrio San Alberto, habían ido al estadio Fragata Presidente Sarmiento para presenciar el cruce del debut en la temporada ante el Gallo. En ese contexto, el chico consiguió un lugar para ingresar al campo de juego y llevarse un recuerdo inolvidable de su visita, pero la algarabía fue truncada.
“Qué difícil es cuando son tan h… de p… y le roban la silla de ruedas a un nene. Increíble”, fue el descargo que el propio presidente de Almirante, Maxi Levy, realizó a través de las redes sociales en alusión a la angustiante situación que atravesó el nene, quien seguía las incidencias del cruce muy cerca del césped.
“Antes de que termine el partido y como no podía observar bien desde la parte de abajo, la mamá lo subió a upa a un sector de la platea para que pueda terminar de verlo. Cuando bajó, no se encontraba la silla“, confiaron desde la institución de Casanova, que rápidamente se puso a disposición de la familia para tratar de asistirla.
Así, a través de un destacable accionar dirigencial, Mateo recibió una nueva herramienta ortopédica para continuar recuperándose de la lesión que contrajo. “El club compró una silla nueva. Vino un dirigente, que no voy a nombrarlo por respeto, y se puso a la altura de la situación”, detalló Gabriel, padre del niño, desde las plataformas digitales justo debajo de la foto de su hijo, quien luce sonriente. “Le agradezco al club, que enseguida se hizo cargo“, completó.
Así, pese a que en el inicio del campeonato aún no consiguió sumar de a tres, el Mirasol cuenta con un motivo para esbozar una sonrisa en medio de la competencia. Este sábado a partir de las 17 en su casa y -una vez más- ante su gente, Almirante intentará que la satisfacción sea completa ya que buscará (en el marco de la tercera fecha de la Zona B) ante Defensores Unidos su primera victoria en el certamen.