Con drones acuáticos, embarcaciones pequeñas y buzos especializados, personal de rescate buscó, desde el domingo a la tarde, a un joven de 18 años que había desaparecido en el dique Potrerillos de Mendoza. Este mediodía los bomberos lo hallaron sin vida.

El mendocino Lautaro Seballe ingresó con amigos al lago, principal atractivo turístico para los deportes de agua en la precordillera mendocina. El grupo de jóvenes había llegado al mediodía para compartir la tarde junto al espejo de agua.

Un llamado al 911, a las 19 del domingo, alertó a la Policía de Mendoza de que un chico se habría ahogado en el dique. La víctima solía, como tantos grupos de adolescentes y jóvenes, trasladarse el fin de semana al dique (a 50 kilómetros de la capital mendocina) para tomar mate o comer un asado.

No está permitido bañarse en el dique Potrerillos, hay carteles que lo indican, aunque muchos desoyen esa señal de peligro.

La tarde del domingo estaba calurosa, con una temperatura que alcanzó los 30 grados. Tres de los amigos decidieron meterse al dique para refrescarse. El agua en esa zona tiene una profundidad de 20 metros.

De acuerdo con la descripción de los testigos, Seballe estaba nadando en el espejo de agua, en la zona de la bahía Leonardo, en las inmediaciones de la segunda rotonda. Sus amigos lo vieron hundirse y ya no volvió a la superficie.

“Nadó de una punta a la otra de la bahía, cuando volvía hacia donde estábamos los que nos quedamos en la orilla, se hundió”, contó uno de los amigos que esta mañana, junto a la familia del joven, acompañaba el operativo.

Policías de la Comisaría 53° y de la División Náutica iniciaron la búsqueda que fue reforzada con dos binomios de buzos y drones acuáticos, que colaboraron en las labores de rescate.

Al llegar la noche, la escasa visibilidad obligó a suspender la búsqueda el domingo por la noche. Las operaciones se reanudaron en el amanecer de este lunes.

Cerca del mediodía del lunes, los buzos dieron con el cuerpo sin vida del joven que estaba sumergido en las aguas del dique Potrerillos.



Fuente Clarin.com

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *