Después de la baja de inflación en enero al 2,2% -el nivel más bajo en seis años-, el Gobierno se prepara para anunciar el resultado fiscal de enero, que arrojaría un nuevo superávit. Esa es la expectativa dentro del Ministerio de Economía, donde pese al escándalo cripto y la caída del empleo registrado en empresas se muestran optimistas con la marcha de la economía, un indicador que evalúa el Fondo Monetario (FMI) a la hora de prestar dinero.

“Siempre tenemos superávit”, dijo un miembro del equipo de Luis Caputo, ante la consulta de Clarín sobre el dato de enero. Las consultoras proyectan un superávit primario en torno al 0,2% del PBI para el primer mes del año, gracias a la fuerte recuperación de la recaudación (por la restitución del impuesto a las Ganancias y los aportes a la Seguridad Social) y la menor base de comparación en el pago de intereses de la deuda respecto del año anterior.

“En enero el Gasto Total de la Administración Nacional (base devengado) disminuyó un 14,2% interanual ajustado por inflación. Esta contracción se explica por la drástica disminución del gasto en intereses (95,4%), que es consecuencia del cambio en el cronograma de pagos de los títulos públicos y de los préstamos”, señala un informe de ASAP, que prevé un superavit a partir de un mayor nivel de ingresos respecto de los gastos.

Después de una fuerte devaluación y pasar la “motosierra”, el Gobierno cerró su primer año de gestión con superávit en las cuentas públicas, lo cual no sucedía desde 2008. Diciembre fue el único mes con déficit por el aumento de gastos característico de ese período. Sin embargo, el saldo acumulado durante los once meses previos permitió compensar este desbalance, cerrando 2024 con un superávit primario del 1,8% del PBI y un resultado financiero del 0,3%.

Apoyado en “el mayor ajuste de la historia”, el equipo económico busca ampliar la confianza en el programa económico, pero todavía debe compensar la expiración del impuesto PAIS y la eliminación temporaria de las retenciones a la soja para anticipar el ingreso de divisas. Desde febrero, además, el Gobierno planchó aún más el dólar, redujo el ritmo de subas de las tarifas y le puso un techo a las paritarias del 1% mensual.

El dato fiscal se conocerá en medio de las negociaciones con el FMI para obtener fondos frescos por hasta US$ 10.000 millones. En los últimos días, Caputo se comprometió a mantener el equilibrio fiscal junto con el control monetario, rechazó una devaluación y dijo que “falta más la letra fina” para cerrar un acuerdo con nuevo programa. “La negociación viene “espectacular”, señalaron desde Economía.

Se espera que las conversaciones continúen en el G20 en Sudáfrica, adonde el ministro viajará este jueves, mientras Javier Milei visita Washington para verse con Donald Trump, tras la imposición de aranceles recíprocos. La vocera del organismo, Julie Kozack, destacó la semana pasada la necesidad de avanzar en “medidas fiscales, monetarias y cambiarias”, en medio del desencanto en Wall Street por el “atraso cambiario” y la prolongación del cepo.



Fuente Clarin.com

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