Semana Santa modifica los hábitos de muchas familias argentinas, y en la cocina esta tradición se traduce en platos sin carne roja, con protagonismo de pescados, legumbres y verduras. Las empanadas de vigilia aparecen como una de las opciones más elegidas, junto a otras preparaciones clásicas que respetan la consigna del ayuno y la abstinencia. Este recetario cultural refleja siglos de historia religiosa y costumbres compartidas en torno a la mesa.
Según la tradición católica, los días más importantes de Semana Santa invitan a la reflexión espiritual, pero también a cambiar los hábitos de consumo. La cocina cumple un rol clave durante el Jueves y Viernes Santo, donde platos tradicionales conservan su vigencia. El simbolismo del pez, presente desde los orígenes del cristianismo, explica su presencia en estas comidas.
Semana Santa: cómo hacer empanadas de vigilia en casa. paso a paso
Las empanadas de vigilia son el símbolo gastronómico de estas fechas. Se preparan con rellenos a base de verdura, humita o pescado, sin ningún tipo de carne roja. Su masa hojaldrada, en algunos casos azucarada, se cocina al horno y acompaña la mesa familiar durante los días centrales del calendario litúrgico.
Para quienes desean preparar empanadas de vigilia, los rellenos más comunes incluyen:
Todo se condimenta a gusto y se coloca dentro de discos de masa hojaldrada. Luego, se sellan, se pintan con doradura y se hornean hasta lograr un color parejo.
El hojaldre se puede realizar en casa mezclando harina, sal, agua y margarina. Tras reposar en frío, se realizan pliegues dobles y se estira la masa a 3 mm de espesor. Una vez lista, se cortan los círculos para armar las empanadas. La cocción final se hace en horno fuerte durante 15 minutos aproximadamente.
La vigilia invita a respetar una tradición religiosa y permite explorar una cocina con ingredientes simples, que prioriza el sabor sin recurrir a carnes rojas. Las empanadas, los guisos con pescado y los dulces regionales siguen presentes en las mesas argentinas como expresión de una identidad que mezcla cultura, religión y memoria familiar.
Otros platos tradicionales incluyen guisos con legumbres y pescado como el potaje de vigilia, recetas con bacalao, y variantes regionales que se adaptan según el país o la provincia.
En Alemania, por ejemplo, se preparan panqueques fritos de papa rallada llamados Kartoffelpuffer, mientras que en Polonia se sirve la sopa Zurek Wielkanocny con huevo duro. En Italia, la Torta Pasqualina combina espinaca, ricota y huevo en una masa salada, y los Dolci Pasquali se presentan como dulces de celebración familiar.
En América Latina, Chile opta por pescado frito, ceviche o curanto, y en Perú el chupe de viernes destaca por su mezcla de camarones, pescado, calabaza y habas. En Colombia, el pescado se acompaña con arroz blanco y ensaladas frías. Estas recetas mantienen vivas las raíces culturales de cada región.