Todo empezó con una decisión casual, de esas que no se piensan demasiado, pero que terminan marcando el rumbo. En 2021, luego del parate por la pandemia, Victoria Giardina (18) se sumó al equipo de vóley del municipio de Lomas de Zamora. Su mamá le había sugerido probar con otro deporte además del fútbol, el que amaba desde muy chica. Nunca imaginó que esa elección la llevaría, apenas tres años después, a recibir una beca deportiva para estudiar y competir en Estados Unidos.

“Desde muy chiquita me encanta el fútbol”, recuerda. A falta de equipos femeninos, empezó jugando con varones en el club al que iba su hermano. Con el tiempo llegaron las oportunidades en clubes como Temperley y Lanús. Pero fue el vóley el que la sorprendió, no tanto por el deporte en sí, sino por el grupo de amigas que encontró en Lomas. “Me re divertía con ellas, así que elegí quedarme. Después me fui enganchando cada vez más, y terminó encantándome”.

La historia de Vicky, como le dicen sus amigas, cambió de rumbo cuando en 2023 el equipo de Lomas ascendió a la División A, aunque al poco tiempo volvió a descender. Victoria quería seguir compitiendo en lo más alto, así que se sumó a Estudiantil Porteño de Ramos Mejía. Allí jugó apenas una temporada, pero fue suficiente para que su nombre empezara a sonar más fuerte. “Me llevé muy bien con el equipo, con los entrenadores y también hice grandes amigas”, cuenta.

Fue en esa etapa cuando un video suyo jugando vóley en las redes del club se volvió viral. Eso llegó hasta los ojos de Kiana Krumm y Danel Calvente, entrenadores de la Universidad de Walla Walla, en el estado de Washington, en la costa oeste de Estados Unidos. “A mediados de septiembre del año pasado me contactaron y me contaron el proyecto que estaban armando. Me dijeron que les gustaría que fuera parte”, relata con emoción.

La sorpresa fue aún mayor cuando, tras una primera reunión, Victoria les comentó que también jugaba al fútbol. “Me contaron que se podía ampliar la beca si competía en los dos deportes. No lo podía creer”. A partir de ahí comenzó un proceso acelerado de trámites y papeles: la beca originalmente era para agosto del 2025, cuando arranca la temporada, pero se decidió adelantar su llegada a marzo para que pudiera adaptarse mejor a la universidad, el idioma, la rutina y los entrenamientos. “Tuve que hacer todos los trámites que llevan meses, en dos”.

El cambio fue radical. De los viajes largos en colectivo hasta el club, pasó a caminar tres cuadras para entrenar en instalaciones de primer nivel. “Lo que más noto diferente es eso: en Buenos Aires tardaba una hora para llegar a entrenar, y otra para volver. Acá está todo cerca, y los lugares son increíbles”.

El apoyo de su familia fue clave. “Son muy fanáticos del deporte y desde chiquita me hicieron amar el fútbol. Siempre estaba el chiste de que cuando logre algo grande me acuerde de ellos”, se ríe. Si bien las charlas antes de viajar incluyeron miedos y dudas, el sueño fue más fuerte. “Sabía que iba a ser difícil alejarme de mi casa, de mis amigos, pero también que era una oportunidad única de crecimiento personal y deportivo”, comenta.

Hoy, instalada en Walla Walla, comparte habitación con otra argentina, entrena vóley tres veces por semana y fútbol dos, va a clases por la mañana y estudia por la tarde. También se rodea de otros estudiantes y atletas latinoamericanos, lo que la ayudó a integrarse rápido. “Me sorprendió que la gente acá es súper amable, todos están dispuestos a ayudarte”.

Respecto al deporte en Estados Unidos, Victoria destaca el valor que se le da al desarrollo universitario: “Apoyan muchísimo al deporte en este nivel, es la base para llegar a las ligas profesionales. Obviamente me encantaría jugar en alguna de esas ligas en el futuro, pero por ahora estoy enfocada en los estudios y en mis equipos”.

Entre sus opciones académicas optó por Biología y Nutrición. Antes de esta oportunidad ya tenía planeado estudiar Licenciatura en Ciencias Biológicas en la UBA, pero el destino la llevó al norte. “Por suerte la universidad también ofrece esa carrera. Ya me estoy acomodando y estoy muy feliz”, concluye.



Fuente Clarin.com

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