Cuando bajan las temperaturas y empieza la temporada de calefacción, muchas casas argentinas se ven afectadas por la humedad que se acumula en los vidrios y las paredes. Esa sensación de frío persistente, incluso con la estufa prendida, suele estar ligada a la condensación del ambiente, que genera pequeñas gotas en las ventanas y una humedad que puede dañar tanto las paredes como la salud.
Un truco casero que llegó desde Europa y cada vez gana más seguidores en Argentina consiste en colocar sal junto a las ventanas. Este ingrediente económico y fácil de conseguir tiene propiedades absorbentes que ayudan a controlar la humedad del ambiente de forma sencilla y natural.
La sal gruesa actúa como un deshumidificador natural y muy económico. Según explican expertos en soluciones para el hogar, el contraste entre el aire caliente del interior y el frío del exterior provoca condensación en los vidrios. Esto genera gotitas de agua que, con el tiempo, mojan paredes, bajan la sensación térmica y crean el entorno ideal para que aparezca moho.
El especialista Andy Ellis, de la empresa británica Posh, advierte que “la acumulación constante de condensación en el hogar no es buena y, en algunos casos, puede provocar el crecimiento de moho”.
Además, remarca que “la sal tiene la capacidad de absorber naturalmente la humedad del aire y, esencialmente, lo seca, de modo que, cuando entra en contacto con el vidrio, se forman menos gotas”.
Aplicar este método efectivo y simple no requiere grandes conocimientos ni inversión. Solo necesitás sal gruesa y un recipiente:
Este truco puede aplicarse también en otras zonas con problemas de humedad, como baños o sótanos. Complementá este método con una ventilación diaria de pocos minutos para renovar el aire y evitar el exceso de humedad acumulada.