Para la astrología, la carta natal es la clave para reconocer esas energías que nos acompañan desde el momento en que nacemos. Una de las partes más interesantes de este “mapa astral” son las 12 casas, que son las áreas de nuestra vida donde esos potenciales se manifiestan.

La astróloga y docente Laura Graffigna explica a Clarín el significado de cada casa en la carta astral. Para comprenderlo mucho mejor, la especialista indica que es fundamental saber qué es una carta natal.

La carta natal es un diagrama circular nos muestra las coordenadas astrales: en qué lugar y signo estaban los planetas y otros puntos matemáticos cuando llegamos al mundo. Se resume como “una foto del cielo en el momento de nuestro nacimiento”, describe la astróloga.

Graffigna añade que la carta natal se compone de tres elementos clave: los planetas, los signos y las 12 casas astrológicas.

Los planetas aluden a los dioses y diosas, energías que viven en nuestro interior. En otras palabras, personajes que “dialogan” entre sí, influyendo en nuestra vida según los aspectos astrológicos que los vinculan.

Cada planeta tiene un simbolismo asociado al dios que le da su nombre. Foto: ilustración ShutterstockCada planeta tiene un simbolismo asociado al dios que le da su nombre. Foto: ilustración Shutterstock

Los signos son los doce arquetipos zodiacales, basados en las constelaciones, que se agrupan en cuatro elementos (fuego, tierra, aire y agua) y tres modalidades (cardinal, fijo y mutable). Tal vez ya los conozcas.

Y, por supuesto, las 12 casas astrológicas son las áreas donde esos personajes se expresan y actúan según las energías del signo en el que se encuentren. En palabras de la astróloga, “Los planetas nos presentan qué está pasando; los signos zodiacales, cómo está pasando; y las casas en dónde está pasando”.

Los significados ocultos de las 12 casas astrológicas

Las 12 casas se determinan tomando en cuenta la hora y el lugar de nacimiento de una persona. Graffigna explica que “el punto de partida para definir dónde empieza la primera casa en una carta natal es el signo ascendente, ese que emerge en el horizonte en el momento exacto del nacimiento”.

Cada casa se relaciona con la energía de un signo particular. Foto: ilustración ShutterstockCada casa se relaciona con la energía de un signo particular. Foto: ilustración Shutterstock

A continuación, te cuento qué significa cada una de las 12 casas en tu carta astral:

Casa 1: el área del ‘yo’

“La Casa I es la casa del ‘yo’ y se asocia con la energía ariana porque representa nuestra salida al mundo”, nos dice Graffigna. Aquí encontramos todo lo relacionado con nuestra personalidad, cómo nos perciben los demás, nuestra apariencia física y vitalidad. También se conecta con los inicios de relaciones, estudios y emprendimientos.

Un detalle importante de la Casa I es que no se puede entender sin el signo ascendente. Graffigna señala que el ascendente es “un punto que describe el umbral entre la vida intrauterina y la salida al mundo, y se ubica siempre en la Casa I”. Si tenemos más planetas en esta casa, estos agregarán más información sobre cómo nos presentamos al mundo.

Casa 2: el área de las posesiones

¿Querés saber sobre el flujo financiero de tu vida?, mirá esta área. “La Casa II es la casa de las posesiones y por eso se asocia con la energía taurina”, indica Graffigna. Esta casa está relacionada con las finanzas, el dinero, los recursos y los bienes materiales.

La segunda casa es la zona de los recursos, talentos, finanzas y bienes. Foto: ilustración ShutterstockLa segunda casa es la zona de los recursos, talentos, finanzas y bienes. Foto: ilustración Shutterstock

Además, se conecta con nuestra autoestima, los talentos con los que nacemos y el valor que nos damos a nosotros mismos.

Casa 3: el área de los hermanos y los estudios

“La Casa III se asocia a los primeros estudios, los hermanos y el entorno más cercano”, nos cuenta Graffigna, conectándola con la energía geminiana. Esta es la casa de los vínculos cercanos que no elegimos: hermanos, primos, vecinos, compañeros de escuela.

Aquí también desarrollamos nuestras habilidades de comunicación y lenguaje. A menudo se vincula con medios de comunicación o transporte.

Casa 4: el área del hogar

“La Casa IV se relaciona al hogar primario y la energía canceriana”, explica la astróloga. Además agrega que el área está ligada a nuestras raíces, nuestro lugar de origen, y nuestro hogar, tanto material como emocional. También se conecta con la vida familiar y la relación con los progenitores y ancestros.

La casa IV de la carta natal está ligada a las raíces, el hogar. Foto: ilustración ShutterstockLa casa IV de la carta natal está ligada a las raíces, el hogar. Foto: ilustración Shutterstock

Casa 5: el área de la autoexpresión, los hijos y la creatividad

Aquí es donde desarrollamos nuestra capacidad creadora, nos conectamos con nuestras pasiones y nos expresamos de manera lúdica. Graffigna señala que la Casa V representa “autoexpresión” y “creatividad”, asociándola con la energía leonina. Esta casa también puede vincularse con los hijos, embarazos o proyectos creativos.

Casa 6: el área del trabajo y la salud

“La Casa VI rige los hábitos, la creación de sistemas y la armonía de un orden”, nos dice Graffigna. Esta casa está asociada con el trabajo, especialmente en relación de dependencia, la salud, las rutinas y cómo organizamos nuestra vida cotidiana. También está relacionada con el cuidado del cuerpo y, a veces, con las mascotas.

Casa 7: el área de las relaciones y el complemento

La Casa VII, o “la Casa del otro”, se vincula con la energía libriana. En palabras de Graffigna, aquí encontramos la necesidad de “encontrar nuestro complemento”. Esta casa refleja cómo nos relacionamos con los demás, tanto en relaciones románticas como en asociaciones laborales, y cómo los demás nos reflejan aspectos de nosotros mismos que no siempre reconocemos.

La Casa VII se asocia al área de la pareja y nuestros complementos. Por eso se relaciona con la energía libriana. Foto: ilustración ShutterstockLa Casa VII se asocia al área de la pareja y nuestros complementos. Por eso se relaciona con la energía libriana. Foto: ilustración Shutterstock

Casa 8: el área de la transformación

“La Casa VIII nos lleva a situaciones y experiencias de mucha intensidad emocional y de regeneración”, señala Graffigna. Esta casa se conecta con temas profundos como la crisis, la muerte y la transformación, especialmente en el plano psicológico. Aquí también se habla de las pérdidas materiales, a veces con pareja o socios, y del apoyo recibido por los demás a nivel financiero, moral o espiritual.

Casa 9: el área de la expansión

La Casa IX se asocia con Sagitario, regido por Júpiter, el planeta de la expansión. Foto: ilustración ShutterstockLa Casa IX se asocia con Sagitario, regido por Júpiter, el planeta de la expansión. Foto: ilustración Shutterstock

La Casa IX se asocia con la energía sagitariana y con temas de viajes, estudios y la búsqueda de un propósito más elevado. Graffigna señala que en esta casa encontramos la expansión de nuestra mente, tanto a nivel físico, con viajes y aventuras, como espiritual, con la exploración de filosofías y religiones.

Casa 10: el área de la carrera y la reputación

“La Casa X es la casa del desarrollo profesional, la reputación y el compromiso social”, explica Graffigna. Aquí encontramos todo lo relacionado con nuestras ambiciones y la forma en que nos presentamos al mundo.

Esta casa también está vinculada a cómo nos relacionamos con las figuras de autoridad y cómo somos percibidos por los demás.

Casa 11: el área de los grupos y las amistades

La Casa XI, vinculada con la energía acuariana, está relacionada con equipos, proyectos en conjunto y amigos. “Es la casa de las grandes agrupaciones como clubes, ONG, redes sociales y la conectividad masiva”, dice Graffigna. También nos habla de nuestros ideales, vocación y propósito, y puede incluso referirse a los hijos adoptivos o de pareja.

Casa 12: el área del inconsciente y la espiritualidad

“La Casa XII es la casa del inconsciente, de la disolución del ego”, afirma Graffigna. Aquí se trata de los temas no resueltos con nuestros ancestros, que pueden manifestarse aunque no los hayamos conocido. Esta casa también habla de exilios, actividades detrás de escena, y nos conecta con temas espirituales, meditación y el retiro de la vida activa.



Fuente Clarin.com

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