El slime es una masa elástica que muchos chicos no pueden dejar de manipular, y sigue siendo un éxito rotundo. Si bien la receta básica se mantiene, hoy en día se pueden hacer variantes con texturas y colores, ideales para darle rienda suelta a la creatividad. A los chicos les encanta jugar con el slime por su consistencia flexible, que permite todo tipo de formas y movimientos, convirtiéndolo en una actividad perfecta para pasar el rato.
Entre las tendencias más populares está el “slime crunchy“, una versión que incluye elementos crujientes como purpurina, estrellitas o incluso ingredientes como el bicarbonato, que aportan nuevas sensaciones al tacto. A continuación, te enseñamos cómo hacer varias versiones de slime, fáciles y rápidas de preparar en casa, sin necesidad de complicarse.
Este slime es ideal para aquellos que buscan algo más divertido y texturizado. Las pequeñas piezas crujientes lo convierten en una experiencia sensorial única para los chicos.
Este slime con shampoo es una alternativa más original y fácil de hacer. La textura que se obtiene es más densa y pegajosa, lo que lo hace ideal para quienes prefieren una versión más compacta.