El secretario de Culto de la Nación, Nahuel Sotelo, fue uno de los tantos dirigentes oficialistas que se hicieron eco del discurso brindado el miércoles por Axel Kicillof ante la Asamblea Legislativa. El gobernador anunció que lanzará un programa de desarme de la población, como método para combatir el delito, pero fue interpretado de modo distinto por los libertarios.
“Pedazo de inútil. No le llega agua al tanque. Tan corto tenes que ser para creer que los delincuentes van a ir a dejar sus armas”, se quejó Sotelo en un mensaje publicado en su cuenta de X.
Para el funcionario de la Cancillería, la medida que plantea adoptar Kicillof es “una razón más para que los ciudadanos de bien se armen”.
Aunque no fue el caso explícito de Sotelo, varios dirigentes libertarios interpretaron que la propuesto del gobernador kirchnerista podía representar un freno a la libre portación de armas, una idea que siempre se ha comentado en los círculos militantes, pero que jamás fue abordada públicamente desde la Casa Rosada.
En concreto, el gobernador anunció una batería de medidas para intentar frenar los hechos de inseguridad que se repiten día tras día en la Provincia, entre los que figuran el lanzamiento del Plan Provincial de Desarme con el objetivo de reducir la circulación de armas de fuego.
Sotelo es uno de los jóvenes militantes de La Libertad Avanza que ocupan un cargo hoy en el Gabinete. Antes de desembarcar en el área de Culto tras la renuncia en medio de una seguidilla de polémicas de Francisco Sánchez, Sotelo se desempeñaba como diputado provincial en Buenos Aires.