Carlos Salvador Bilardo tuvo la torta de ricota que tanto le gusta. Arriba una única vela blanca para soplar por su cumpleaños número 87. Y alrededor parte de ‘la banda del 86’ que lo visita regularmente mientras transita el síndrome de Hakim-Adams, una enfermedad neurodegenerativa que afecta la memoria y la estabilidad. En ese momento especial, para cantarle la canción de cumpleaños, además de su inseparable esposa Gloria, estuvieron Oscar Ruggeri, Jorge Burruchaga, Oscar Garré, Ricardo Giusti, Luis Islas y su ayudante de campo en la segunda estrella de la Selección Argentina en México, Carlos Pachamé.
Es paradójico porque, hasta que pisó los 80, Bilardo se escapaba el día del cumpleaños para evitar los festejos. Así se lo contó su hermano Jorge a Clarín: “No le gustaba, no. No hacía fiestas, no hacía un carajo. Se iba, desaparecía, no le gustaba. Pero ahora está encerrado en la casa: Navidad, Año Nuevo… Mi cumpleaños también la pasamos juntos”.
En el corto video, el ‘Doctor’ mira a sus costados mientras los asistentes, entre quienes estaban sus dos de sus cuidadores y Claudio Racino, sobrino de Bilardo y que trabaja como entrenador en Gibraltar, aplauden a tono para acompañar el canto.
Los encuentros del ‘Doctor’ con sus ‘campeones’ suelen ser regulares, pero éste claramente tuvo un tinte especial y por eso el regalo diferencial que le hicieron. Posada en su regazo lució una remera de la Selección Argentina.
Con fibrón negro escribieron: “Feliz cumple, maestro. Gracias por tanto. Tu banda del 86”.

La rutina de El Doctor incluye la siesta y en ocasiones es más de una, pero eso no atenta con el festejo. Su hija, Daniela, está todos los días. Tiene la agenda y es la que recibe los llamados para organizar las visitas.
¿Cómo está Bilardo hoy? Jorge le contó a Clarín que mira partidos, que a veces los ven juntos. “Está ahí. Ojo, come, se baña, todo. Pero bueno, está con este problemita”, resume sobre el modo en que su hermano transita el síndrome de Hakim-Adams, una enfermedad neurodegenerativa que afecta la memoria y la estabilidad. “Está de buen humor, sobre todo cuando vienen los muchachos”, apunta.

Los muchachos son algunos campeones del mundo del 86, compañeros de Estudiantes y colaboradores de distintos momentos de su vida. “Vienen (Oscar) Ruggeri, Burru (Jorge Burruchaga), (Miguel Ángel) Lemme viene casi todos los días. Los muchachos vienen siempre, cada 15 días están”, marca la agenda.
Tal vez de la manera más pasiva, sin la compulsión de retroceder jugadas o mirarlas cuadro por cuadro, Bilardo sigue viendo fútbol por TV. Probablemente no necesite saber el nombre de los jugadores para decodificar lo pasa en la pantalla.
Mirá, hablamos de fútbol toda la vida. No necesitamos hablar a esta altura: cuando el 4 se la da al 2, después al 6…. ¡cuando se juega una pelota desde el medio al arquero! Ahí nos miramos y nos entendemos ,¡madre mia!”, contempla Jorge, que sin saberlo confirma que algunas convicciones no las borra ni la más traicionera de las enfermedades.