Construido sobre una pequeña cala que se abre al mar Mediterráneo, en la costa catalana, el pintor Salvador Dalí lo consideró como “el pueblo más bonito del mundo”.
El genial artista vivió allí, porque el pueblo queda cerca de su ciudad natal, Figueres. Y también, en sus años universitarios, llevó allí un verano a su gran amigo de la Residencia Universitaria de Madrid, Federico García Lorca, a pasar el verano y encantarse con un mar único.
No fue el genial poeta andaluz el único que quedó fascinado con ese paisaje. El cineasta Luis Buñuel, compañero de residencia de Lorca y Dalí, filmó junto al pintor dos películas con escenas en Cadaqués: Un perro andaluz y La edad de oro.
Joan Miró, Marcel Duchamp, otros dos artistas de renombre, y Gabriel García Márquez son algunos de los que anduvieron por allí. Un portal conduce desde lo que queda del antiguo recinto amurallado hacia las casas encaladas con contraventanas pintadas de azul y balcones llenos de flores.
Más allá el puerto, donde pueden verse los barcos de los pescadores, y el azul inconfundible del Mediterráneo. Así es Cadaqués, cuya atmósfera captura a miles de turistas cada año.
Tal como informa el sitio de turismo de Cataluña en su página web, “el municipio de Cadaqués estuvo prácticamente aislado y, hasta el siglo XIX, su núcleo antiguo estaba protegido de piratas y corsarios por una muralla, de la cual aún se conserva la puerta de entrada”.
Las calles empedradas están bordeadas por casas pintadas de blanco, que lucen ventanales de colores alegres. El Carrer d’Es Call, el de Santa Maria y el de Doctor Callís son algunas de las más atractivas, decoradas con plantas naturales y buganvillas.
El casco histórico también invita a disfrutar del “arte a pie de calle” porque algunos artistas locales dejaron su huella en forma de cuadros improvisados, casi todos de temática marinera. En el Carrer de la Unió, además, hay varias galerías de arte.
“Al llegar al punto más alto del centro histórico, porque Cadaqués está construída y vivida desde las arenas del mar a lo alto de los morros, encontrarás la Iglesia de Santa Maria, un templo gótico del siglo XVI. Desde allí podrás obtener unas magníficas vistas panorámicas de este excepcional rincón del Mediterráneo”, agrega Catalunya Turisme.
En el interior de la iglesia puede verse un retablo barroco dedicado a la Virgen de la Esperanza y el órgano más antiguo de toda Cataluña.
El Museo de Cadaqués, en tanto, expone obras de artistas del municipio como Ramon Pichot i Gironès, así como otras colecciones representativas de la actividad artística de la villa.
Dejando atrás el barrio antiguo y descendiendo en dirección al mar, aparecerá la Plaza des Portitxó, situada en la Riba des Poal. Aquí se encuentra la casa modernista conocida como Casa Blaua o Casa de Don Octavio Serinyana, construida a principios del siglo XX.
El recorrido debe seguir por el Paseo Marítimo, que abarca varias calas y miradores desde donde se puede apreciar todo el encanto del pueblo. Por ejemplo, desde la Riba Pitxot se obtiene una espléndida vista del pueblo y la Playa Grande, donde se encuentra una escultura de Dalí y la terraza del Casino Sociedad La Amistad.
La Casa-Museo de Portlligat, donde vivieron Dalí y su mujer, Gala, entre 1930 y 1982, está formada por una serie de barracas de pescadores y tiene una vista excepcional. Allí puede visitarse el taller del pintor, la biblioteca, las habitaciones y la zona del jardín, repleta de esculturas surrealistas. Un broche más que digno para la visita al “pueblo más bonito del mundo”.