Entre los paisajes más impresionantes de la Patagonia, hay un pueblo escondido que todavía se mantiene lejos del turismo masivo. Sus playas de arena volcánica y sus lagos cristalinos parecen sacados de otro mundo. Acá no hay ruido de autos ni grandes construcciones, solo el viento, el agua y un entorno natural intacto que te invita a desconectarte por completo en una escapada de relax.

Lejos de las rutas turísticas tradicionales, este refugio patagónico invita a caminar entre araucarias centenarias, explorar senderos de montaña y descansar en playas poco transitadas. Su entorno, intacto y salvaje, es el escenario ideal para aventureros y viajeros que prefieren unas vacaciones cerca de la naturaleza, en el Sur de la Argentina.

Ubicado en la provincia de Neuquén, Moquehue es un pequeño paraíso patagónico que sorprende con su entorno natural. A orillas del lago que lleva su mismo nombre, este pueblo se encuentra rodeado por bosques de pehuenes y montañas imponentes, lo que le otorga un aire de aislamiento y tranquilidad.

Lo que hace especial a Moquehue:

Para quienes visiten este rincón de la Patagonia, hay una serie de actividades recomendadas para aprovechar al máximo la experiencia:

Para acceder a este destino, se debe viajar a la provincia de Neuquén y tomar la Ruta Provincial 13 hasta Villa Pehuenia. Desde allí, un trayecto de aproximadamente 30 kilómetros lleva a Moquehue, donde los visitantes encontrarán hospedajes y opciones gastronómicas en armonía con el entorno natural.

Este pueblo escondido en la Patagonia es una alternativa ideal para quienes buscan un destino diferente, alejado del turismo convencional y en pleno contacto con la naturaleza. Con sus playas de arena volcánica y sus paisajes de ensueño, Moquehue es un tesoro patagónico que vale la pena descubrir.



Fuente Clarin.com

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