Hay un pueblo argentino, situado en el norte, que estaba aislado del resto del país, se podía llegar a caballo o caminando largas distancias por caminos de montaña. Actualmente, esa característica le mereció el reconocimiento de la ONU como uno de los mejores destinos rurales del mundo.

En la provincia de Jujuy se encuentra Caspalá, localidad que supo mantenerse al margen del crecimiento urbano y según la Organización Mundial del Turismo preserva su identidad cultural y su entorno natural, acogiendo a los visitantes con respeto y sin alterar su modo de vida.

Antes de 2008, llegar a Caspalá implicaba recorrer caminos de tierra durante horas, con animales de carga o a pie. No había vehículos, ni rutas asfaltadas, ni acceso directo.

Esa distancia física con el resto del país mantuvo intactos sus paisajes, su arquitectura de adobe, sus cultivos familiares y sus costumbres ancestrales.

Con la apertura de la Ruta Provincial 73, la conexión con Humahuaca se volvió posible. Pero el pueblo no perdió su esencia. Quienes llegan hasta allí todavía encuentran un entorno montañoso, calles empedradas, viviendas sin modificaciones y una comunidad que comparte su día a día sin filtros ni espectáculo.

El reconocimiento otorgado por la ONU valoró precisamente eso: la autenticidad. Caspalá no fue premiado por su cantidad de turistas ni por la infraestructura. Fue elegido porque representa una forma de vida sostenida con esfuerzo, en armonía con la naturaleza y sin romper con la historia.

El premio que recibió Caspalá forma parte de una iniciativa internacional para destacar a pueblos que cuidan su identidad y promueven un desarrollo turístico responsable.

No hay hoteles. No hay centros comerciales. Cada familia recibe a los visitantes en sus propias casas. El contacto es directo y cotidiano, sin adornos, basada en el respeto por su historia y su gente. Este reconocimiento no modificó su esencia, pero sí reforzó su valor a nivel global.

En este caso, la distinción señaló que la comunidad preserva prácticas tradicionales, fomenta la producción local y protege su patrimonio sin depender del turismo masivo.



Fuente Clarin.com

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