Qué lindo y que suerte tienen aquellos que puedan elegir su lugar en el mundo para vivir. Qué lindo debe ser poder optar, como propietario, entre “varios” lugares en el mundo como para poder estar un tiempo o vivir.
Siempre se repetía que la “doctora” Kirchner mencionaba como “su lugar en el mundo” a El Calafate, lugar en donde ella tenía una casa de 520 m2 . Ojalá quién lea esta carta pueda dimensionar lo que significa una casa de esa magnitud comparándola con departamentos de 2, 3 ambientes, o casas con medidas, más normales. Allí Cristina realizaba, por ejemplo, y en épocas en las que era vicepresidente de Alberto Fernández, viajes en aviones presidenciales para pasar las Fiestas o alguna conmemoración en especial. El lugar por cierto es paradisíaco.
Mi primera pregunta es, ¿no sería el lugar elegido por cualquier mortal si tuviese la situación procesal de la “doctora?. Si tuviese la ventaja (por la situación que sea) de tener una condena domiciliaria, de estar privado de la libertad, ¿usted no elegiría un lugar como El Calafate para pasar dicha condena?
Julio De Vido, por ejemplo, paso parte de su prisión domiciliaria una chacra en Zárate, lugar en donde el ex funcionario tiene un predio de unas 4 has. dentro de un barrio exclusivo de 700 has., y con una casa algo más chica que El Calafate, de 300 m2.
Soy una persona de edad avanzada, digamos, para no decir “viejo”, pero en mi época había una diferenciación bastante clara, unos eran “ladrones de gallinas” y otros “ladrones de guante blanco”. Obviamente el ladrón de gallinas no tenía muchas opciones, iba a una prisión común y le daban un espacio que con suerte era de 2×2; estos reos ni siquiera se ponían a pensar en si podrían o no salir a un balcón para “regar las plantas” o saludar a vecinos. Pero, ¿cómo podría explicarse que siendo, primeramente, militantes políticos con actividades privadas normales y luego funcionarios públicos de distinto rango hayan “cosechado” tanto dinero?
Por favor, para todos aquellos que entendiblemente (por el motivo que sea) apoyan a la ex presidente, al ex ministro (y a tantos ex de los gobiernos en cuestión), ¿no les resulta raro ese crecimiento desmedido de bienes? ¡En serio!, porque no entiendo cómo se puede llegar a tantas propiedades con el sueldo de un funcionario público. ¡No cierra por ningún lado! ¡No tiene explicación! ¡No tiene justificación! ¡Y ahí no hay vuelta que darle! Se siente como una tomadura de pelo, como una burla, como una humillación hacia el resto de la población.
Entonces, ¿por qué la “doctora”, teniendo entre otras la propiedad mencionada, elige San José 1111, en Constitución?. Y es porque a Cristina lo único que realmente le interesa de manera desmedida es su propio ser. Se puede y se debe tener algo de ego, eso es natural, pero cuando este se transforma en algo fuera de lo común, se denomina (como lo menciona el doctor Castro) en síndrome de Hubris o hybris, cuya traducción de la inteligencia artificial es: “Este término, de origen griego, describe un estado de orgullo, arrogancia y exceso de confianza en uno mismo, a menudo asociado con la pérdida de la humildad y la empatía hacia los demás”.
Y me quedo con este último concepto, pensando en los vecinos de San José 1111. Existe en este síndrome un desprecio por las opiniones y las necesidades de los demás. O sea, la típica: lo que vos opinás o pensás no me interesa (algo muy similar al fascismo) porque sólo “Yo” tengo la razón, por lo tanto, “Tu” necesidad me tiene sin cuidado. Si el barrio sufre, si el país pierde credibilidad, si el gobierno fracasa, no me interesa porque sólo “Yo” puedo gobernar; todos los demás, los que piensan distinto, los que dictaminan (jueces por caso) distinto, están equivocados. Esto nos deja con una conclusión, ¡terminemos con la democracia! No tiene sentido ya que sólo hay una opción,… “¡el gobierno de Cristina!”. Porque si no recordaremos la canción: “Si la tocan a Cristina va a haber kilombo”.
Así nunca saldremos del pozo. Necesitamos dirigentes que entiendan la base del pensamiento político: la búsqueda del bien común, dejando los propios intereses de lado.
Fernando Monod Núñez / fernando.monod@gmail.com
Cuando la puerta se cierre a sus espaldas (II)
El 14 de agosto de 2022 se publicaba en esta sección la carta “El terraplanismo K: su fe es incompatible con la ciencia jurídica”, del lector Gastón Bivort. Allí, el relato era sobre el juicio a Cristina Kirchner por la causa Vialidad, y de aquellos que utilizan la franquicia peronista/kirchnerista para servirse del poder. Luego, este cronista escribió el comentario “Cuando la puerta se cierra a sus espaldas”, referido a la condena de 6 años de prisión domiciliara que hoy empezó a cumplir Cristina Kirchner.
Ese texto, escrito quizá con una cuota de premura, ya es un hecho consumado. Hablaba de la ideología K y de lo que hoy podría pensar la ex vice presa en su casa, detrás de las rejas de su balcón. Y decía algo así: “Hace 2.400 años que la humanidad acepta como un hecho matemático que la Tierra es redonda. Aristóteles, Aristarco de Samos, Eratóstenes y Claudio Ptolomeo basaron sus cálculos geográficos y astronómicos en la teoría de su esfericidad. // Pero hay otra asociación más irracional: el terraplanismo K y su universo, que se basa en la necedad y el negacionismo. // Ellos sólo inyectan conspiraciones para exculparse. Y desde ese lugar espolean con sus efectos ópticos, mentiras diseminadas de extensas diatribas, ofensivas sobre la Justicia, victimización, relatos y otros delirios. // Me pregunto con extrema curiosidad ¿qué sentimiento invadirá a Cristina cuando, en el día del juicio final, no alcance la redención, la puerta de su casa se cierre a sus espaldas, y la soledad sea su única socia en la Tierra? Esa, será para ella la verdadera condena. Pero no la última”.
Hoy, en 2025, se me planta otro interrogante. ¿Después de saltar y bailar en el balcón del teatro Constitución, será consciente que la condenaron a un aislamiento social de 6 años, respirando el mismo aire, caminando por la paredes bajo el mismo techo? ¿O también será víctima de su propio terraplanismo?. Y ahora que sus laderos mediaron algunos amenities para que su pasar sea más tolerable, ¿pondrá plantas para regar en el balcón?