Investigadores de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Servicio de Cambio Climático de Copérnico registraron un sorprendente aumento de temperaturas de hasta 34 grados en el Polo Norte. Un fenómeno impulsado por el calentamiento global y los gases de efecto invernadero.
Asimismo, en una la parte sur de la Antártida se detectaron temperaturas por encima de los cero grados en pleno invierno. Y en zonas remotas del Polo Norte, donde las estaciones midieron hasta 34 grados por encima de los registros medios correspondientes a la actual época del año que tendrían que ser de cero grados.
Uno de los principales impactos del cambio climático es el deshielo de los polos. La subida de las temperaturas potencia el efecto invernadero y el derretimiento de la masa de hielo, especialmente en el Polo Norte, provocando la subida del nivel del mar.
El Polo Norte en alerta máxima por sus altas temperaturas
El Polo Norte es una región que se encuentra en la parte más al norte del planeta, no contiene masa de tierra, sino que es únicamente una masa de hielo que flota sobre el océano.

En los últimos años se volvió una preocupación el deshielo en esta zona del mundo. Especialmente en la zona comprendida entre el Ártico noruego y el Ártico ruso, experimentaron un impresionante aumento de las temperaturas, debido a la intrusión de masas de aire muy suaves y ricas en humedad procedentes de las latitudes medias del océano Atlántico.
Los expertos del Instituto de Meteorología de Finlandia advierten que esta zona se está calentando casi cuatro veces más rápido que el promedio mundial, lo que acelera el derretimiento del hielo marino. Investigaciones recientes sugieren que la región podría perder su capa de hielo en verano en las próximas dos décadas, incluso si se reducen drásticamente las emisiones contaminantes.
La preocupación por el deshielo marítimo para el 2060
Ante las novedades de cómo el calentamiento global está afectando en las regiones más frías de la Tierra, los meteorólogos alertan de la situación como explicó Mika Rantanen, del Instituto de Meteorología de Finlandia, “Ha sido un episodio de calor invernal muy extremo. Probablemente no el más extremo jamás observado, pero sí en el límite superior de lo que puede ocurrir en el Ártico”.
La Tierra alcanzó un grado más que en el siglo pasado, en el periodo de 1850 y 1900. Por este motivo, en 2015, 196 países firmaron el Acuerdo de París para que nuestro planeta no llegara a aumentar un 1, 5 grados, o dos grados su temperatura. Si se supera, se perdería el hielo que rodea al planeta en el año 2060, aproximadamente.
El Global Climate Highlights 2024 del Servicio de Cambio Climático de Copérnico reportó que el año pasado fue el más cálido del que se tiene conocimiento en todo el planeta, con una temperatura media de 15,10 grados, lo que representa 1,6 grados por encima de los niveles anteriores a la Revolución Industrial y 0,72 grados por arriba de las cifras promedio en 1991 a 2020.
Este incremento tuvo un impacto directo en el Ártico, que en 2024 mostró una anomalía de más de 1,34 grados, ubicándose como el cuarto año más cálido en la región. Debido a estos indicadores, los meteorólogos alertan que la desaparición del hielo ártico será uno de los primeros paisajes que se perderán debido a la acción humana, por lo que la necesidad de tomar medidas urgentes se intensifica para frenar el calentamiento global.
