El Parlamento de Nueva Zelanda aprobó una suspensión récord a tres diputados de un partido maorí por realizar una haka durante un debate parlamentario en noviembre a modo de protesta contra un proyecto de ley que limitaba los derechos de los indígenas. Las imágenes se hicieron virales en redes y recorrieron el mundo.
En una votación posterior a un debate de varias horas, los parlamentarios aprobaron suspender durante 21 días a los líderes de la formación Te Pati Maori, Debbie Ngarewa-Packer y Rawiri Waititide, y durante siete a la diputada Hana-Rawhiti Maipi-Clarke. Se trata de un castigo inédito, ya que hasta ahora, la suspensión más larga impuesta por el parlamento neozelandés era de tres días.
La suspensión se debe a la danza ritual maorí caracterizada por sus gestos amenazantes que los tres políticos hicieron en el Parlamento el pasado noviembre para expresar su malestar ante un proyecto de ley que buscaba regular las relaciones entre la Corona y los maoríes y que fue impulsado por el conservador gobierno neozelandés.
Tras la haka, que incluye gritos, agitación de manos, y golpes en el pecho y en el suelo, un comité parlamentario recomendó la suspensión temporal de quienes la protagonizaron.
Finalmente, 68 parlamentarios votaron a favor de la inhabilitación temporal de los tres diputados maoríes, y entre 55 y 53 lo hicieron en contra.
La diferencia de los votos en contra se debe a las sucesivas suspensiones de cada miembro del partido maorí, que cuenta con seis de los 125 escaños que conforman el Legislativo unicameral neozelandés.
La ministra de Justicia, Nicole McKee, dijo durante el debate previo a la votación que la decisión del comité no se debió a la haka en sí, sino a que el partido maorí “se abrió paso a la fuerza” para conseguir un cambio.
Los tres políticos recurrieron a la danza para protestar contra la Ley de Principios del Tratado impulsada por el Gobierno y que fue aprobada el mismo día en que fue propuesta, aunque abandonado en abril, dada su impopularidad, sobre todo entre la población maorí, que supone el 20 % de los más de cinco millones de habitantes del país.
“Nunca nos silenciarán y nunca desapareceremos”, dijo hoy la diputada suspendida, Hana-Rawhiti Maipi-Clarke.