El inconsciente es una presencia constante en nuestra vida, influyendo en cómo percibimos la realidad y experimentamos las emociones. Se asemeja a un “niño invisible” que persiste en el adulto, guiado por deseos infantiles reprimidos que siguen activos en la mente.
Almacena recuerdos de sensaciones, emociones y sentimientos, generalmente placenteros, aunque ligados a un contexto infantil. Estas experiencias dejaron una huella en el cuerpo, transformándose en pulsiones que buscan manifestarse en la vida adulta. Sin embargo, el adulto ya no las experimentaría de la misma manera. Por ello, han sido reprimidas y, desde su lugar en el inconsciente, intentan expresarse de forma simbólica.
A esta parte de la mente solo le interesa manifestarse, sin tomar en cuenta la razón ni los objetivos conscientes de la persona.
Es como un niño caprichoso que, con tal de lograr lo que quiere, ignora las consecuencias de sus actos. Tiene acceso a ciertos aspectos clave de nuestra vida -como las emociones, los impulsos y la percepción-, y en ocasiones puede interferir con nuestras aspiraciones. Sin duda, su influencia es poderosa.
Una de sus características más llamativas es la atemporalidad. Sus “metas infantiles” quedan ancladas en un presente eterno, manifestándose a través de sueños, lapsus, fantasías y algunos otros síntomas.
Según el grado de integración entre lo consciente y lo inconsciente, esto puede afectar el equilibrio emocional de la persona.
En algunos casos, la convivencia con estos aspectos ocultos transcurre de manera armónica, mientras que en otros puede generar conflictos que requieran ayuda terapéutica.
Jorge Ballario / MARCOS JUÁREZ, CÓRDOBA / psicologo.ballario@gmail.com
Habla de esos jóvenes sin esperanzas de futuro
En la columna “Yo ya no tengo futuro”, publicada el 17 de marzo, se habla de los jóvenes que confiesan no tener futuro asegurando, que perdieron la oportunidad. Esta desilusión a una edad en que todo se está por hacer se ha apartado completamente de aquellas “mocedades” que con la ilusión del esfuerzo sabían se llegaba al progreso.
Dicen los expertos que se debe por ejemplo a que la asistencia no se respeta. Confiesan con desgano “yo este año todavía no fui a la escuela”, luego de que el año lectivo está avanzado. Los paros docentes y de otra índole y la falta de incentivos contribuyen al fracaso.
Las escuelas técnicas como por ejemplo Ingeniero Eduardo Latzina , del barrio de Monte Castro, realizan trabajos de práctica obligatoria que los conecta y entusiasma con el mundo laboral. ¿No sería menester este pasaje de inclusión en todas las escuelas secundarias? Como señalan los estudiosos del tema, un país desarrollado, solo lo será, con una juventud que se eduque y se desarrolle. Recordemos una vez más a Domingo Faustino Sarmiento: “Hombre, pueblo, nación, Estado, todo está en los humildes bancos de la escuela”.
Rosa de la Fuente / rosabfuente@hotmail.com
Las inundaciones en Bahía Blanca y la acción de un juez
Al abrir el diario el 23 de marzo, me encontré con la nota “La plata del contrabando que terminó ayudando a los inundados de Bahía Blanca”. El juez nacional Marcelo Aguinsky dispuso girar a Bahía Blanca $ 44 millones recaudados en una subasta de bienes confiscados.
Quería felicitarlo por la acción tan noble y elogiable que realizó por otros argentinos. Y es bueno que los periódicos , pongan en sus páginas, ejemplos como éste: ayudar a otro es una acción que viene del corazón. Y es un ejemplo a seguir para muchos que se la pasan quizás pensando en cosas superfluas, pero no hacen nada por otro ser humano. Y él ha demostrado que cuando se quiere hacer algo, se puede.
Sería bueno que otros hicieran una acción semejante para reconocernos como seres humanos y entonces sí, nuestro país recuperará su grandeza.
Por eso, agradezco a través de esta página en nombre de nuestros compatriotas esta acción que realizó el juez Marcelo Aguinsky y que no ha sido por primera vez, ya que en 1998, envió el resultado de la subasta del automóvil Mercedes Benz, que había comprado Susana Giménez y se consideraban “autos truchos”.
Esto nos enseña que con funcionarios así, vale la pena sentirnos orgullosos y valorados como argentinos.
Lydia Beatriz Rebagliatti / lydiabeatrizrebagliatti7@gmail.com
“Actuar a tiempo” con los que llevan armas al los colegios
En la Escuela Estados Unidos, de San Martín, donde la Policía encontró a un alumno armado el pasado 21 de marzo , estoy sumariada por iniciar una causa por amenazas en donde tuve a dos alumnos de dicho establecimiento. No es la primera vez que hay armas en el colegio, pero nunca nadie hizo nada, quizás por respeto a la Convención de los derechos del Niño.
Ni el fuero de Responsabilidad Penal Juvenil ni el Servicio Municipal de Resolución de Conflictos, que no quiso intervenir en mi caso, sirvieron para nada.
Y si los conflictos no se tratan de resolver a tiempo, pasan éstas cosas y lo peor es que pueden pasar cosas más graves.
Nora Fasani / norafasani1914@hotmail.com
“La odisea de circular por Salguero, en Palermo”
La calle -según catastro: “avenida”- Jerónimo Salguero tiene la particularidad de asumir el único vínculo directo con las avenidas Figueroa Alcorta -Jardín Japones, Rosedal, Bosques de Palermo, Estadio Monumental-, Autopista Illia -acceso rápido a General Paz y Acceso Norte- y a la Costanera Norte -Aeroparque Jorge Newbery, Tierra Santa y Ciudad Universitaria-.
Por ello, todos los días, su tránsito es permanente e intenso. No obstante, a pesar de su importancia, su circulación es lenta y trabada a partir de su cruce con la avenida Las Heras y desde la Libertador. A pesar de la prohibición de estacionar en ambas manos, siempre hay hileras interminables de automóviles aparcados, a lo que se añade los detenidos en doble fila, durante la entrada y salida de alumnos de un instituto educativo, y de los camiones de gran porte que, también detenidos en doble fila y a toda hora, abastecen los dos supermercados sitos al 3000 -vereda par- de la misma, casi siempre bloqueando el acceso al garaje del edificio emplazado entre ambos establecimientos.
Todo lo descripto provoca que la calzada sólo permita transitar por su franja central y de un auto a la vez, sin perjuicio que, en algunos tramos, tengan que sortear obstáculos. Pero lo absurdo es que esta situación deviene por el incumplimiento de la ley que bien puede solucionarse con la presencia, por algún tiempo, de agentes de tránsito distribuidos a lo largo de esas cuadras. Así se hizo en Cavia -entre Gelly y Castex- con muy buenos resultado.
Horacio Federico Domínico / PROFESOR EN CIENCIAS SOCIALES dominico2010@live.com.ar