La semana transcurrió con un par de noticias negativas para la Argentina.

La primera fue el fallo de la jueza de los Estados Unidos, Loretta Preska, que ordenó que la deuda por el juicio perdido de YPF se pague con el 51% de las acciones de la petrolera que están en manos del Estado. El Gobierno apelará y por ahora se niega a cumplir con lo dispuesto por la jueza.

Preska está sentada en el mismo sillón que antes ocupaba Thomas Griesa, el difunto juez, que falló a favor de los holdouts y en contra la Argentina en la causa de la reestructuración de la deuda. Griesa, como Preska, se cansó de esperar. Pasaron presidentes, ministros de Economía, y ante la falta de ‘voluntad’ para negociar, bajaron el martillo.

El juicio que perdió YPF es de unos US$ 16.000 millones, una cifra que el Gobierno, dueño del 51% de las acciones de la compañía, no puede afrontar. El juicio con sentencia favorable al fondo Burford Capital, que concentró el litigio contra la empresa argentina, ocasiona más de US$ 2 millones diarios de intereses. Hay más: quien defiende al Estado en la causa YPF es Robert Giuffra Jr. El condimento especial es que Giuffra Jr es también abogado del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.

Si bien el juicio de YPF es una herencia de la mala praxis en la estatización de la petrolera durante el gobierno de Cristina Kirchner, lo cierto es que la sentencia cae en el mandato de Javier Milei. Es decir, la definición de lo que se hace con ese juicio le corresponde al gobierno actual.

Hay inversores que sostienen que mantener el juicio de YPF abierto es una mala señal. Si bien levantar el cepo parece clave para la llegada de capitales, que el país tenga tantos juicios (el de YPF es el mayor de más de 260.000), le suma puntos al riesgo país. Hay más. La agencia Bloomberg sostiene que el juicio YPF surge como un rayo de esperanza para Milei porque algunos inversores creen que el líder libertario tiene la posibilidad de poner fin a la prolongada saga judicial.

El ex jefe de Gabinete de Milei, Nicolás Posse, dijo en 2024 en el Senado que la Argentina enfrentaba más de 264.000 juicios y que solo el 20% tenía un monto determinado. Ese porcentaje sumaba US$ 12.554 millones.

En esa cifra se suman los reclamos que se tramitan ante el Centro Internacional de Arreglos de Disputa en materia de Inversiones (CIADI), el tribunal del Banco Mundial.

Otra mala noticia llegó desde el sector energético. Por la ola de frío, la mitad del país se quedó sin Gas Natural Comprimido (GNC). También se le cortó el gas a las industrias, a los restaurantes y se suspendieron las exportaciones a Chile. Solo en Mar del Plata los usuarios residenciales sufrieron cortes de energía.

La crisis se explica, entre otras cuestiones, por la mayor demanda de energía. Por el frío, el consumo subió 10% contra la semana anterior y un 20% contra la misma semana del año pasado.

Por si faltaba algo, el banco JP Morgan dijo que “con el pico de ingresos agrícolas ya atrás, la probabilidad de salidas de dólares continuas por turismo, posibles ruidos electorales y cierto bajo rendimiento del peso que motivó intervenciones cambiarias en el dólar futuro, preferimos dar un paso atrás y esperar mejores niveles de entrada para volver a posicionarnos”. En otras palabras, el JP Morgan pone un freno en las recomendaciones para comprar activos argentinos. Es la misma entidad que este mismo año recomendó lo contrario.

Sin embargo, hay otros actores del mercado que siguen viendo con buenos ojos invertir en la Argentina.

“A pesar de los desafíos, el Gobierno mantiene capacidad de financiamiento en el corto plazo: cuenta con fondos para afrontar los pagos de cupones del 9 de julio por US$ 4.200 millones, mientras que los vencimientos de 2025 estarían cubiertos con los desembolsos previstos del FMI y otros organismos multilaterales”, dice un informe de Advise Wealth Management (AWM) , la compañía de asesoramiento en activos financieros globales, cuyos clientes son de muy alto poder adquisitivo, y que está comandada por el argentino y ex banquero, Miguel Sulichin.

La clave, según AWM, es que en un escenario internacional que se torna más favorable para los mercados emergentes —con una Reserva Federal más flexible y expectativas crecientes de recortes de tasas hacia fin de año—, los activos argentinos vuelven a captar la atención. El riesgo país se estabiliza en la zona de 700 puntos, mientras que los flujos financieros empiezan a recomponerse, impulsados por medidas oficiales para fortalecer las reservas. Todo esto ocurre en un marco geopolítico aún volátil pero contenido, lo que refuerza el atractivo relativo de los emergentes.

El punto a tener en cuenta. Un banco internacional que prefiere mantenerse en el anonimato dice que “no es el mismo si a Milei le va bien, o si el mercado intuye que en el corto mediano plazo pueda volver el kirchnerismo”.

En el mismo sentido, AWN sostiene que “lo relevante será el resultado político de las próximas elecciones —con elecciones en la provincia de Buenos Aires en septiembre y nacionales en octubre— y la posibilidad de avanzar en reformas estructurales y laborales. Si ese camino se consolida, proyectamos una baja del riesgo país hacia fin de año”, advierte AWM.



Fuente Clarin.com

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