A pocos kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, se encuentra una escapada ideal para quienes buscan historia, naturaleza y tradición gastronómica. Se trata de un castillo del siglo XIX enclavado en el corazón del partido de Castelli, que propone una experiencia distinta: caminar entre jardines cuidados al detalle, compartir un asado criollo auténtico y recorrer una construcción que conserva el espíritu de la Belle Époque.
Rodeado por 80 hectáreas de campo, este castillo argentino es más que un sitio para almorzar. Se trata de una propiedad con valor histórico y arquitectónico que reabrió al público con múltiples propuestas culturales, sociales y recreativas.
La Raquel no es una estancia cualquiera. Su edificio principal, construido en 1894 por la familia Guerrero, representa uno de los máximos exponentes de la arquitectura señorial del siglo XIX en la provincia de Buenos Aires. Hoy, este castillo mantiene su estilo francés original y abre sus puertas a visitantes que buscan una escapada distinta en el corazón rural bonaerense.
Además de su valor patrimonial, la propuesta central gira en torno a una jornada campera completa. El asado criollo se presenta como el plato fuerte del día, servido en un entorno donde los jardines históricos enmarcan cada rincón de la estancia.
Los senderos invitan al paseo tranquilo mientras se descubre la historia del lugar y su conexión con las figuras más influyentes de la Argentina decimonónica.
Entre las actividades disponibles, se destacan:
La Raquel guarda relatos que marcaron épocas. La historia de Felicitas Guerrero, símbolo de una sociedad de contrastes, se enlaza con los orígenes de la propiedad. Su trágico destino dio paso a una nueva etapa familiar liderada por su hermano Manuel, quien adquirió las tierras y dejó como herencia esta joya arquitectónica a su hija Valeria.
La actual administración, a cargo de Juan Pablo Russo y su familia, continúa el legado con una mirada moderna pero respetuosa del pasado. Bajo la tutela de la Fundación Russo Guerrero, La Raquel participa activamente en proyectos culturales, educativos y agrícolas.