A solo tres horas de la CABA, existe un pequeño rincón donde la literatura se mezcla con la calma de la vida rural. Se llama Pardo y tiene apenas unos 200 habitantes. Pero no hace falta más para que este pueblo conserve intacto un aire encantador y auténtico que enamora a quienes lo visitan por primera vez.
Adolfo Bioy Casares, uno de los escritores más importantes del siglo XX, pasó parte de su infancia ahí, en la Estancia Rincón Viejo. Fue él quien lo bautizó como “el mejor pueblo del mundo”. Y no exageraba.
Este rincón escondido de la provincia supo ser escenario de veranos compartidos con su esposa, Silvina Ocampo, y su entrañable amigo Jorge Luis Borges.
Pardo parece detenido en el tiempo. Sus calles llevan nombres de frutales, los vecinos saludan desde las veredas y las puertas se mantienen abiertas. La primera parada recomendada es la vieja estación del Ferrocarril del Sud, hoy convertida en Museo y Biblioteca Adolfo Bioy Casares, donde se realiza el ciclo cultural “Lecturas en el Andén”.
Justo enfrente se encuentra Lo de Lámaro, un antiguo almacén de ramos generales que guarda fotos, anécdotas y objetos de época, muchos de ellos ligados a Borges y Bioy. Un poco más allá, el Club Unión Deportiva funciona como centro social y cultural del pueblo: allí se celebran torneos, eventos comunitarios y talleres.
Si vas en noviembre, no te podés perder la Fiesta del Lechón, un encuentro que ya es tradición. Reúne a toda la comunidad con música en vivo, comidas típicas y actividades culturales. El evento cierra con un gran almuerzo criollo que hace honor al espíritu hospitalario de Pardo.
Pardo está ubicado a unos 200 kilómetros de CABA, en el partido de Las Flores. Se accede fácilmente en auto por la Ruta Nacional 3 y luego tomando caminos rurales en buen estado. También es posible combinar tren y transporte local desde la ciudad de Las Flores.