“Seguimos avanzando en la transformación más profunda de @SenasaAR (Senasa) en décadas.”. Este es el posteo del ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, sobre el decreto 318/25 con firma del Presidente Javier Milei, del Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y del ministro de Economía, Luis Caputo

En concreto, dicho decreto deroga el Decreto N° 71.178 del 20 de noviembre de 1935, que reglamentaba la tipificación, empacado y fiscalización de hortalizas frescas destinadas a la exportación.

“Genera restricciones que hoy resultan anacrónicas respecto de las formas en que actualmente se comercializan y exportan las hortalizas en la República Argentina”, indicó el decreto publicado en el Boletín Oficial.

Así, continuando con los considerandos, el mantenimiento de normas desactualizadas genera confusión en los sectores alcanzados por la regulación, lo cual se traduce en un obstáculo para la eficiencia en los intercambios y en la gestión estatal.

Por lo que para el Gobierno resultó “necesario actualizar la normativa que rige la exportación de hortalizas” para permitir una “operatoria más eficiente y acorde a las prácticas actuales de ese sector productivo, eliminando toda exigencia o requisito innecesario”.

“Se orienta a asegurar, en materia de hortalizas, que todos los procesos y productos se ajusten a los requisitos previstos por las normas internacionales aplicables, garantizando así una exportación libre de barreras regulatorias y acorde a los estándares de seguridad y salubridad exigidos por la normativa vigente”, indicó el decreto.

Y mediante la derogación de la norma reglamentaria, suprimen requisitos innecesarios en materia de habilitación en planta de origen y relativos a los envases de hortalizas, que resultan una traba burocrática que complica y ralentiza el proceso de comercialización de las mismas, afectando la competitividad del sector.

“La eliminación de las mencionadas restricciones no afectará el estado de salubridad en la que se exportan las hortalizas, que se encuentra garantizado por el Senasa”, cerró la resolución.

Según el funcionario, a lo largo de los años al SENASA se le fue dando el rol de supervisar tres cosas: A. La calidad de los productos, B. El proceso productivo, y C. Actuar como policía sanitaria.

“Lo de la calidad es cosa de los militares me parece: la idea, por ejemplo, que un burócrata podía definir la calidad con la que había que producir, sobre todo en la exportación, donde se presumía el país se jugaba “el honor” de la patria. Lo del proceso productivo es tan absurdo como que la Secretaría de Industria le ordene a la industria automotriz usar tal o cual robot (o no usarlos), o que se ocupara de verificar el espesor de la chapa del techo de las fábricas (fuera de broma era lo que hacía Senasa)”, indicó en su red social.

“Para un gobierno libertario como el que propugna nuestro presidente @JMilei (Javier Milei) tanto la calidad como el proceso productivo son dimensiones que valida y evalúa el mercado. Nada tiene que hacer el Estado metiéndose en eso. En todo caso lo único que tiene que hacer Senasa es actuar como policía sanitaria, para evitar infecciones, plagas y garantizar un comercio internacional fluido”, agregó.

Sturzenegger explicó que el primer paso en este sentido fue con todo el complejo frutícola. El Decreto 312/25, que deroga decretos antiguos sobre envasado,despejó el camino para que el Gobierno pueda emitir esta semana una seria de resoluciones que desregulan totalmente la producción de hortalizas, focalizando al Senasa en su rol de policía sanitaria.

“Seguiremos en los próximos meses con el resto de las actividades progresivamente y sin pausa. Literalmente dejamos de molestar al productor en las cosas que el productor debe resolver por si mismo y concentramos la tarea en donde hay un valor útil de la supervisión estata”, remarcó.



Fuente Clarin.com

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