El siglo XXI es el siglo del conocimiento y de la racionalidad científica y tecnológica, que contribuyen al cambio de las condiciones económicas y sociales. Todo ello depende de la educación, que expande el capital humano.

Estamos en una era en la que los conocimientos tecnológicos se convierten en pilares de la acumulación de capital y el crecimiento de la productividad. Los años que vienen serán críticos, ya que estará en juego nuestra capacidad de aprender de los errores del pasado, y encauzar nuestro rumbo como Nación por el sendero del crecimiento.

Sin educación no hay crecimiento económico en este siglo, caracterizado por la decisiva importancia de la Universidad. Por eso, es preocupante que tengamos muchos estudiantes universitarios con muy baja graduación. La explicación de esta paradoja (“muchos estudiantes y pocos graduados”) es que concluyen sus estudios universitarios en las universidades estatales apenas uno de cada cuatro ingresantes y el 57% de estudiantes de estas universidades aprobó una sola materia después de haber cursado un año.

La fórmula legal que se nos presentó en 2015 como eficaz para lograr el objetivo de la igualdad de oportunidades fue ausencia de las limitaciones de exámenes generales al finalizar el ciclo secundario, previos al ingreso a la Universidad. Pero lamentablemente esta receta, no nos sirvió para tener una verdadera igualdad de oportunidades, como es evidente cuando comparamos nuestra graduación universitaria con Brasil y Chile, países donde rigen exámenes obligatorios previos al ingreso a la Universidad.

Para ingresar a la educación superior de Brasil, además de haber finalizado el nivel secundario, es necesario haber realizado el Exame Nacional do Ensino Médio (ENEM). El ENEM fue creado en 1998 con el objetivo de evaluar el nivel de conocimiento de los estudiantes al finalizar la educación básica, y desde 2009 comenzó a ser utilizado como mecanismo de acceso a la educación superior.

El examen se realiza en dos días, con una duración máxima de 8 horas cada día, y en él se evalúan las áreas de lenguajes, códigos y sus tecnologías; ciencias humanas y sus tecnologías; ciencias naturales y sus tecnologías; y matemáticas y sus tecnologías, además de un ensayo de disertación argumentativo.

La última edición del ENEM fue los días 3 y 10 de noviembre pasados, las inscripciones confirmadas fueron un 10 % superior a las de la edición anterior, alcanzado un total de 4,3 millones de jóvenes de los cuales el 60 % fueron mujeres. Se utilizaron un total de 140 mil salas de prueba, distribuidas en 1.753 municipios de Brasil, participaron 10 mil coordinadores y 300 mil empleados.

Las hojas de examen fueron repartidas por el correo nacional como lo hace desde hace 15 años, alcanzando este año unas 300 millones de copias. Cada participante recibe una tarjeta de confirmación en la cual se encuentran sus datos y su lugar de examen, al que puede ingresar mostrando su documento de identidad.

Por su parte, en Chile existe el Sistema de Acceso a las Instituciones de Educación Superior, el cual establece procesos e instrumentos para la postulación y admisión de estudiantes en instituciones adscritas a este sistema. Los estudiantes deben alcanzar el puntaje mínimo requerido en la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES) y luego cumplir con los requisitos particulares que establece cada universidad para su admisión. Pueden participar estudiantes del último año de la Educación Media y aquellos que ya la hayan realizado y quieran mejorar sus puntajes obtenidos.

La PAES puede realizarse en dos oportunidades al año, la duración del examen es de tres días, y en él se evalúan las áreas de Competencia Lectora y Competencia Matemática 1, al menos una de las Pruebas Electivas de Ciencias o de Historia y Ciencias Sociales, y algunas carreras exigen aprobar la prueba de Competencia Matemática 2.

La última edición fue en diciembre 2024 y participaron unos 294 mil candidatos, cifra 2,2 % superior al año anterior. La participación femenina fue de 156 mil postulantes alcanzando el 53 % del total. Los inscriptos deben ingresar al sitio web oficial e imprimir su Tarjeta de Identificación, la cual contiene información personal del estudiante y el lugar donde deberá presentarse a rendir el examen, la misma será solicitada al momento de ingreso junto con el documento de identificación de la persona.

Tenemos más estudiantes universitarios que Chile y Brasil en proporción a la población, pero menos graduados. Chile gradúa anualmente 72% más estudiantes que nosotros y Brasil 84%. Estos dos países exigen aprobación de exámenes generales supervisados por el estado para poder ingresar a la Universidad.

Nosotros tenemos ingreso irrestricto por la ley 27204 (2015) que expresa: “Todas las personas que aprueben la escuela secundaria pueden ingresar de manera libre e irrestricta a la enseñanza de grado en el nivel de educación superior”. Nuestro capital humano es escaso porque tenemos pocos graduados universitarios. En breve: ya es hora de derogar la Ley 27204.

Alieto Guadagni y Francisco Boero son miembros de la Academia Nacional de Educación y la Universidad de Belgrano.



Fuente Clarin.com

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