Luego de la Shoá y la Segunda Guerra Mundial, Europa occidental se impuso extirpar todo nuevo brote de fascismo o de discriminación. Pero los tiempos cambian, el cielo antes diáfano se cubre de mantos nubosos y plomizos. Bajo sus sombras se aviva la voluntad de deportación y de freno a las personas que escapan de un destino feroz de guerras, pobreza y persecuciones.

Exploración del flujo
Marina Skalova
Traducción: Ariel Dillon
Editorial Paradiso EdicionesExploración del flujo
Marina Skalova
Traducción: Ariel Dillon
Editorial Paradiso Ediciones

Europa hoy edifica murallas de contención ante las corrientes de migrantes desamparados. La radiografía de esa tragedia es la que la escritora Marina Skalova ensaya en Exploración de flujo, editado por Paradiso Ediciones, con la traducción de Ariel Dilon, y con el apoyo de la Fundación suiza para la cultura prohelvetia.

En el libro, la evocación de la desgracia de los migrantes funde la narración con la fineza poética. La desventura de los emigrantes empapados de soledad principia en 2015, cuando Alemania recibe a 3.000 refugiados de los 80.000 que imploraban ingresar en su territorio. Es esa latitud del siglo parten hacia el Viejo Continente millones de personas que huyen de África; y de la Siria atribulada por su Guerra civil, mientras surge el Estado islámico que es combatido por los kurdos, y mientras el régimen de Bashar al-Ásad, recientemente derrocado, es protegido por misiles rusos que caen en lluvias letales.

Skalova medita en la desazón de los migrantes entre la violencia política, las guerras en sus países, la escasez y las necesidades, y los atentados de fundamentalistas que coexisten con el flujo migratorio que fluye forzado a tierras europeas. Así, la autora rememora el atentado del 13 de noviembre de 2015, en París. Entonces, en el suburbio parisino de Saint-Denis, terroristas islamistas toman rehenes en la sala de conciertos Bataclan; tirotean al público allí reunido y a los clientes esparcidos en terrazas de 5 bares y restaurantes; matan 130 personas, 415 resultaron heridas. La organización yihadista Estado Islámico se adjudica el ataque. Es la mayor matanza en Francia desde la masacre de París de 1961, la represión sangrienta de argelinos en una manifestación durante la Guerra de Independencia de Argelia.

El atentado acerca lo distante e incomunicado. La civilización ahora se ve afectada por el odio asesino que parecía lejano. Lo que oscurece la Ciudad Luz es parte de la violencia que obliga a muchos a huir de sus hogares hacia una vida de leyes y orden, trabajo y derechos. Lo violento que repele y expulsa, y fuerza a pedir refugio ocurre, al mismo tiempo que en París, en Beirut, en Ankara, en Siria, en Irak, en Nigeria. Pero el terror que, junto con ser pobre, lleva a tantos a refugiarse en la geografía europea antes era lo remoto que no nos toca, dado que “a nosotros no nos afecta. No nos toca en nuestros cuerpos porque ni nuestros cuerpos ni lo de las personas con las que hemos hecho el amor resultan afectados”.

Entonces, un temor defensivo reacciona e impone líneas de demarcación, y refuerza fronteras para que la amargura de los países desplomados no afecte al buen vivir europeo; y entonces, para muchos, no para todos, se debe desatender los protocolos de protección y asilo, y “poco importa si de pie o acostados, pero que se queden detrás de las alambradas de púas”.

Skalova se zambulle, insistentemente, en los flujos de las migraciones desde una voluntad de expresión poética que se abraza a la fragilidad de los migrantes, a su desolación del espíritu, a sus cuerpos azotados, a su obligada épica de atravesar los mares, el laberinto de las olas, los vientos adversos y los naufragios, para encontrar un nuevo comienzo en la palma abierta de los puertos de acogida. Los que escapan y buscan una salida, lo hacen en barcos frágiles, en enjambres de botes que los acercan a la ansiada nueva tierra.

Marina Skalova invitada al Festival MIdiMinuitPoésie#23 en el Lieu Unique de Nantes, para una lectura bilingüe de su traducción de la colección de Galina Rymbu «Tu es l'avenir» («Tú eres el futuro»).Marina Skalova invitada al Festival MIdiMinuitPoésie#23 en el Lieu Unique de Nantes, para una lectura bilingüe de su traducción de la colección de Galina Rymbu «Tu es l’avenir» («Tú eres el futuro»).

En esa travesía los cuerpos sufren, los corazones sufren. En el desplazamiento los corazones se agitan, la sangre circula con ritmo trastornado, con una sofocación que compromete la salud o la vida. Por eso, el corazón de los refugiados que llegan del mar “se sofoca, cuando ya no se lo alimenta de sangre y de oxígeno, agota sus últimas fuerzas, se extenúa y se apaga”. No todos llegan, la muerte fustiga a los desesperados que se ahogan o sufren paros cardíacos. Es el momento de la difusión de la foto del niño sirio, llamado Alan, de tres años, exánime, vaciado de todos los sueños, tumbado, silencioso, en una playa de Turquía.

El corazón que sufre es también el de algunos observadores europeos de las mareas humanas que flotan en la nada. Por eso, “hay muchos corazones en Europa. No laten a la misma frecuencia. Seguro que es de cansancio, de angustia quizá también. Es desesperante tener que vérselas con la humanidad”.

El pensar poético de Skalova sobre el flujo de las migraciones que se derraman en Europa es una forma de lo que fluye junto con los flujos o desplazamientos terrestres que desencadenan terremotos, o los del agua en ascenso de los océanos. Y el flujo de los cuerpos y el mar es lo que busca un amable puerto de llegada pero que, muchas veces, termina en el naufragio, en el hundimiento de la vida que nunca llegó a ser.

Marina Skalova

Nació en Moscú en 1988, vivió en París, Berlín, Stuttgart y Viena antes de instalarse en Ginebra. Es traductora y escritora. Publicó Atemnot (souffle court) (Cheyne, 2016), con el que obtuvo el Prix de la Vocation en Poésie, Amarres (L’Âge d’Homme, 2017), Exploration du flux (Seuil, 2018) y Silences d’exils, en colaboración con la fotógrafa Nadège Abadie (En bas, 2020). En teatro publicó La chute des comètes et des cosmonautes (L’Arche, 2019).

Ierardo es filósofo, docente y escritor. Autor de La red de las redes. Su página cultural: www.estebanierardo.com



Fuente Clarin.com

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