¿Buscás una escapada diferente? Cuando pensás en castillos en Argentina, seguro te vienen a la cabeza imágenes de fortalezas europeas o historias de otra época. Pero a solo unas horas de CABA, en plena provincia de Buenos Aires, hay una mansión con un pasado tan oscuro como atrapante: pasillos en penumbras, ventanas que parecen esconder sombras y un silencio que se siente pesado.
Ubicado en la localidad de Egaña, partido de Rauch, el Castillo San Francisco es mucho más que un puñado de ruinas. Sus paredes fueron testigo de sueños frustrados, tragedias inesperadas y relatos que todavía ponen la piel de gallina. Conocé todos sus detalles para una escapada y cómo podés visitarlo.
El castillo abandonado de la provincia de Buenos Aires que se convirtió en destino turístico
Construido entre 1918 y 1930 por Eugenio Díaz Vélez, descendiente del prócer de la Revolución de Mayo, Eustoquio Díaz Vélez, el castillo San Francisco fue pensado como una residencia de lujo en el campo. Inspirado en las imponentes mansiones europeas que su dueño había conocido en sus viajes, el edificio cuenta con 77 habitaciones, 14 baños, dos cocinas y galerías que dan la impresión de que cada rincón tiene una historia por contar.
Sin embargo, el destino del castillo estuvo marcado por la tragedia. En 1930, cuando Eugenio regresaba de un viaje por Europa, la familia y amigos lo esperaban para inaugurar la mansión. Pero la fiesta jamás se llevó a cabo: Díaz Vélez falleció repentinamente en Barracas antes de llegar. La noticia shockeó a todos y el castillo quedó cerrado durante décadas.
Años más tarde, el lugar fue utilizado como orfanato y luego como hogar de menores en situación de calle. Pero en 1974, otro hecho oscuro marcó su historia: Eduardo Burg, administrador del orfanato, fue asesinado por un joven que había crecido en la institución. Desde ese momento, el castillo volvió a quedar en el olvido.
Tras varios intentos de recuperación, en 2010 un grupo de vecinos formó la organización “Por la reconstrucción del castillo Egaña“, con el objetivo de rescatar el edificio y convertirlo en un punto de interés turístico.
Actualmente, el castillo se puede visitar por cuenta propia aunque muchos turistas mencionaron el pésimo estado en el que se encuentra actualmente (2025), teniendo peligro de derrumbe según comentarios en Google Maps y Facebook.