Durante el primer segmento de su carrera profesional, Sebastián Fundora era reconocido en el mundillo del boxeo por su extraordinaria talla, inusual para un peleador de su división. Ahora el estadounidense procura ser distinguido como el mejor superwélter del planeta. En esa búsqueda, deberá dar una demostración de sus cualidades este sábado, cuando exponga sus títulos del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) ante su compatriota Chordale Booker en Las Vegas (la velada será transmitida por ESPN 2 desde las 21).

Durante esta semana, se replicó en las redes sociales el video del primer cara a cara entre los dos contendientes en la Ciudad del Pecado. Quienes no conocían a Fundora se manifestaron pasmados por la ventaja de estatura sobre su rival (1,98 metros contra 1,75 metros). Sin embargo, esta no es una novedad, puesto que la misma escena de produjo antes de cada una de las 23 contiendas rentadas del púgil nacido en West Palm Beach (Florida) hace 27 años, pero radicado desde hace 18 en Coachella (California).

No existe en el boxeo de paga otro hombre de casi dos metros que sea capaz de detener la báscula sin problemas en el límite de las 154 libras (69,853 kilos) o incluso debajo. “En este momento, es el peso ideal. No puedo subir más”, aseguró esta semana el longilíneo campeón.

La de este sábado en el Michelob Ultra Arena, un recinto ubicado dentro del complejo del Mandalay Bay, será la primera defensa de las fajas que Fundora, quien antes había sido campeón interino del CMB, obtuvo hace casi un año: el 30 de marzo pasado, batió por puntos y en decisión dividida al invicto australiano Tim Tszyu (hijo del legendario ruso Kostya Tszyu, excampeón mundial superligero en las décadas de 1990 y 2000) en una sangrienta contienda en la que el oceánico sufrió un escalofriante corte en el cuero cabelludo, producto de un codazo no intencional, y el norteamericano convivió 10 asaltos con una hemorragia nasal incontenible.

Desde entonces, los manejadores del monarca unificado procuraron conseguirle una pelea grande ante Terence Crawford, uno de los mejores libra por libra del planeta, o frente al excampeón Errol Spence. Pero Crawford prefirió evitar este pleito a la espera de que le llegara la chance de medirse con el mexicano Saúl Álvarez (algo que sucederá en septiembre, si Canelo vence al cubano William Scull el 3 de mayo). Y Spence, quien no combate desde hace 20 meses (cuando fue noqueado por Crawford), rechazó el convite después de un prolongado flirteo.

“Las cosas cambian constantemente. Los oponentes se caen, los eventos fracasan. Estaba listo para pelear con Spence el año pasado, pero cambiaban las fechas constantemente por alguna razón. Estuve entrenándome desde mayo para lo que fuera que viniera. No sucedió, pero aquí estamos”, explicó esta semana el zurdo Fundora, quien tiene un récord de 21 triunfos (13 antes del límite), una derrota y un empate, y es el hermano mayor de la campeona indiscutida de la división mosca, Gabriela Fundora.

Por lo pronto, su reto inminente será ante el también zurdo Booker, quien ocupa el quinto puesto en el ranking de la OMB y el 13° en el del CMB, ganó 23 de sus 24 contiendas profesionales (11 por la vía rápida) y no es ni remotamente favorito para salir victorioso el sábado, aunque eso no le preocupa. “No tengo presión. Estoy seguro de que todos creen que voy a perder. Todos dicen que me van a noquear. Probablemente ustedes (los periodistas) hicieron su tarea y vieron videos míos, pero muchos fanáticos solo se guían por la popularidad. Si tenés 100.000 seguidores, sos genial; si tenés 20.000 seguidores, sos un peleador pésimo. Así es el mundo en el que vivimos ahora”, reflexionó el retador, de 33 años.

En abril de 2022, el púgil nacido en Stamford (Connecticut) sufrió un lapidario nocaut a manos de su compatriota Austin Williams en apenas 144 segundos de acción en el Madison Square Garden de Nueva York. Pero tras ello encadenó seis victorias (la última, ante el bonaerense Brian Chaves en junio pasado) y eso le abrió las puertas para acceder al duelo más importante de su carrera ante un rival versátil, que puede pelear con ventaja en la media y la larga distancia gracias a su talla, pero que no rehúsa el combate cuerpo a cuerpo.

Chordale Booker combatirá por primera vez por un título mundial. Foto: Consejo Mundial de Boxeo.Chordale Booker combatirá por primera vez por un título mundial. Foto: Consejo Mundial de Boxeo.

“No creo que alguien pueda estar realmente preparado para pelear con Fundora hasta que sube al ring, hace un par de asaltos y se hace una idea de su altura y la longitud de sus brazos. Tuve sparrings de su altura, que pelearon con un estilo similar a él, pero que, claro, no podrían vencerlo. Si no, estarían donde él está. Sin embargo, creo que la altura no será un factor decisivo en la pelea. No sé qué va a traer él al ring, pero yo estoy preparado para cualquier cosa”, aseguró el aspirante.

Si Fundora hace honor a los pronósticos y derrota a Booker, encontrará el terreno libre para volver a buscar un desafío mayúsculo. En octubre pasado, el Comité de Campeonatos de la OMB lo autorizó a realizar una defensa voluntaria (la que concretará este sábado), pero estableció que luego debería enfrentar a Terence Crawford, a quien ese organismo reconoce como campeón interino superwélter, en un plazo no mayor a 180 días. Sin embargo, eso difícilmente ocurrirá, puesto que Crawford está plenamente enfocado en su duelo con Saúl Álvarez por la supremacía en la división supermediano y nada garantiza que luego regrese a las 154 libras, cualquiera sea el resultado de ese pleito.

Sebastian Fundora junto a Freddy, su padre y entrenador. Foto: Premier Boxing Champions.Sebastian Fundora junto a Freddy, su padre y entrenador. Foto: Premier Boxing Champions.

Con Errol Spence también sobre la mesa, la baraja de opciones para Fundora también incluirá un combate de unificación con el texano Vergil Ortiz, campeón interino del CMB, o con el ruso Bakhram Murtazaliev, campeón de la Federación Internacional de Boxeo y probablemente el caballo negro de una división en la que hay talento en cantidad: en la lista de aspirantes a una corona aparecen el australiano Tszyu, el uzbeko Israil Madrimov, el ucraniano Serhii Bohachuk y el puertorriqueño Xander Zayas.

En la nómina de púgiles encumbrados en las 154 libras figura también el ascendente estadounidense Jesús Alejandro Ramos, cuarto en los rankings de la AMB y el CMB, y octavo en los de la FIB y la OMB. El Mono combatirá en el duelo de semifondo de la velada del sábado, que tendrá presencia argentina en el cuadrilátero: su adversario será el bonaerense Guido Emmanuel Schramm en un duelo a 10 asaltos.

Guido Emmanuel Schramm (derecha) enfrentará a Jesús Ramos el sábado en Las Vegas. Foto: Premier Boxing Champions.Guido Emmanuel Schramm (derecha) enfrentará a Jesús Ramos el sábado en Las Vegas. Foto: Premier Boxing Champions.

Ramos, que salió victorioso en 22 de sus 23 duelos profesionales (solo fue vencido por Erickson Lubin en septiembre de 2023), iba a enfrentar en esta fecha a Kevin Salgado, pero el mexicano debió renunciar a la pelea por una lesión hace 10 días y ello permitió que el excampeón argentino superwélter consiguiera un lugar en una velada de alta visibilidad.

Schramm, de 29 años, nació en Morón, pero desde hace un par de años está radicado en Canoga Park, en las afueras de Los Ángeles. Sus últimas cuatro presentaciones fueron en suelo estadounidense y las dos últimas se saldaron con derrotas: por puntos ante el venezolano Johan González en noviembre de 2023 y por nocaut contra el mexicano Vladimir Hernández en junio pasado. Su foja de servicios incluye 16 triunfos (nueve por la vía rápida), tres reveses y dos empates.



Fuente Clarin.com

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