Desde junio del año pasado, ya son 8 meses consecutivos, el movimiento de ingresos y egresos en dólares por el comercio exterior, los servicios y rentas vienen acumulando un “rojo” creciente que ya suma US$ 9.122 millones.
Este déficit se produjo, además, en un contexto en que el Banco Central (BCRA) intervino en forma directa en el mercado de cambios, vendiendo en esos meses US$ 1.915 millones para controlar los dólares financieros y contener la presión sobre la brecha con el dólar oficial. Con un dato no menor: de ese total, US$ 932 millones se gastaron en enero. En diciembre habían sido US$ 324 millones, tres veces menos.
De esta manera, el BCRA utilizó el 93,2% de los US$ 1.000 millones del préstamo que había obtenido por el REPO de bancos privados.
A mediados de enero, Vladimir Werning, vicepresidente del BCRA, en una exposición ante inversores en Londres había admitido que desde que se había puesto en marcha la política de intervención sobre el dólar MEP, la entidad había vendido US$ 1.602 millones a cambio de bonos, generando una mayor oferta de divisas y una reducción de los tipos de cambio financieros (CCL y MEP). Y la intervención continuó.
La brecha cambiaria -la diferencia entre el dólar oficial mayorista ($ 1.063) y el financiero que se obtiene mediante la compra y venta de bonos ($ 1.220)- tocó un piso de 4% a principios de diciembre, pero el 18 de diciembre saltó a 17% y, desde ese momento, oscila enter 10 y 15%.
Así, tras los fuertes superávits logrados con la devaluación del peso en diciembre de 2023, la caída de la actividad y el mantenimiento del cepo, desde mediados del año los déficits en el mercado cambiario se fueron acumulando con un récord en enero en la cuenta de servicios. Y también la “intervención” del BCRA para regular el tipo de cambio.
El saldo entre los ingresos por exportaciones y pagos de importaciones dejaron un superávit de US$ 4.294 millones en esos 8 últimos meses.
Pero, por la cuenta servicios, entre ingresos y egresos, se fueron US$ 5.185 millones y por intereses públicos y privados entre junio 2024 y enero 2025 salieron US$ 7.989 millones. Por el giro y la recepción de utilidades, dividendos y otras rentas se transfirieron al exterior US$ 242 millones.
Por otro lado, en viajes, turismo y pagos con tarjetas, entre ingresos y egresos, el déficit fue de US$ 5.198 millones.
Por el lado del comercio exterior, con relación a un año atrás, todos los sectores exhibieron incrementos interanuales en sus cobros de exportaciones, destacándose “Comercio” y “Minería” con el 59% y “Energía” con el 52%.
Del lado de las importaciones, en enero, los pagos totalizaron US$ 6.189 millones, un 479% por encima del mismo mes del año previo y un 4% superiores a los de diciembre.
El Informe del Banco Central destaca que las importaciones de bienes FOB del mes fue de US$ 5.405 millones, “por lo que habría habido una reducción de la deuda por importaciones”. Y aclara: “Los importadores pueden cancelar importaciones y deuda comercial a través del acceso (con ciertas restricciones) a los mercados alternativos y también con BOPREAL, por lo que, para acercarnos a una mejor estimación de la variación del endeudamiento comercial, es necesario tener en cuenta todos estos mecanismos de pago”.
También el BCRA aclara que en enero se observó un importante incremento de los pagos de importaciones de la industria automotriz, al igual que en diciembre, con respecto a los meses previos.
Y que “el 22 de diciembre llegó a su fin la vigencia del impuesto PAIS, que era del 7,5% para importaciones de bienes, para el pago de servicios de fletes y transportes por operaciones de importación o exportación de bienes, giros de utilidades y dividendos y repatriación de inversiones de no residentes. Lo propio para la alícuota del 30% para las compras de billetes y divisas para atesoramiento y los gastos por viajes y pasajes”.