Gabriel Saez, productor de tomate en la zona de Tunuyán, Mendoza, explica que su actividad transita un año complejo ante la apertura de importaciones de pasta de tomate a muy bajo precio lo cual es posible debido a que es un commodity y a la merma el consumo debido al menor poder adquisitivo del público consumidor.

“Nosotros estamos integrados a la asociación Tomate 2000 y trabajamos en conjunto con las industrias, con lo cual hacemos la producción ya contratada y ello lleva todo un seguimiento referido al uso de agroquímicos”, señaló.

De esta manera, el tomate está trabajado con productos de uso autorizado en Argentina, con seguimiento de la huella ambiental, con control estricto por parte de un grupo de asesores. Todo es financiado por la Asociación 2000 que explica el 80% de la producción nacional, de acuerdo con Gabriel, y en la que aportan los fondos para su operación, los productores y los industriales, siendo también adherentes los proveedores de insumos.

“Al estar integrados en la asociación, producción, industria y toda la cadena, no es que tengamos problemas para en los aspectos comerciales ya que todo esta vendido a la industria. El problema es que hay un excedente de tomate libre, el cual ha funcionado bien en el mercado estos últimos años, para no pocos productores, debido a que cuando aparecían en la demanda algunas industrias de menor escala, se generaban otras oportunidades de venta, por parte del productor, y los precios cambiaban”.

De acuerdo con Gabriel, este año esa oportunidad comercial ha desaparecido, lo cual ha generado una sobre oferta desde la producción que se vende más barata. El origen de esta situación es la pasta de tomate importada principalmente de China que se comercializa en big bag de 1000 kg y que es procesada por la industria y que se vende como puré. “También esta ingresando pasta de Chile, pero la que es muy barata es la China. Todavía podemos competir con un tomate fraccionado que viene de por lo general de Italia, pero estamos complicados para competir con la pasta China”.

“A futuro se puede considerar que se están sincerando muchos costos que cargaban sobreprecios y diferencias con el tipo de cambio oficial. Muchos precios de nuestros insumos están bajando. Así, en la próxima campaña revisaremos costos y precios del producto y veremos la conveniencia de continuar con la actividad tomate. Por ello creo que habrá una baja en la producción por una cuestión de consumo, y debido a la pasta importada, todo lo cual generará un sobrante de mercadería en la industria”.

Por el momento, sostiene, para los productores relacionados con Tomate 2000, la industria respeta los precios ya convenidos. “Pero veremos los valores en góndola, porque puede aparecer precios originados por el empleo de pasta de menor valor y calidad”.

En la Asociación 2000 los productores pagan un canon por membrecía, y es por hectáres de producción y además abonan un porcentaje del valor del tomate también por ha, según el riesgo climático de cada zona y con este fondo se paga al productor afectado por granizo.

“Con estos fondos también se sostiene el sistema de asesoría y el control de la huella ambiental sin subvención alguna. La asociación tiene elecciones cada dos años, y se rota la presidencia, un período corresponde a un productor con un industrial de vice presidente y el siguiente período corresponde a un industrial como presidente con productor como vice”, cierra Gabriel Saez.



Fuente Clarin.com

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