Un fantaseólogo es alguien que vive de dar fantasía y esperanza a la gente. Esa es la palabra con la que se autodefine Rubén Diaz, famoso por haber recreado en su Ituzaingó natal las 7 maravillas del mundo.

Después de su primera creación de 2018, la Torre Eiffel ubicada en Lavalleja y Santa Rosa, ahora se lanzó oficialmente al mundo del stand up con su show “Todo me pasa a mí” en el complejo de Paseo La Plaza. Su estreno fue el domingo 17 de marzo.

“Voy a dejar de construir obras de arte del mundo. El presupuesto no cierra y tampoco se cuidan”, declara Diaz. Para el artista, su siembra en el distrito ya está hecha y es momento de expandirse. “Siempre digo que uno se vuelve viejo cuando deja de tener proyectos. Por eso, voy a seguir haciendo arte que no cueste miles de dólares”, destaca. Ahí aparece el stand up, un hobbie que arrancó hace cinco años y que ahora quiere profesionalizar.

El stand up es “reflexión, es alegría” para el ex arquitecto. En su show se presenta como una persona con Alzheimer para pensar sobre el amor, la sexualidad y la amistad en la vejez. “Se devalúa a la gente mayor. En un concurso de tres con niños y adultos, salimos terceros. Nosotros tenemos el colesterol, la gastritis y encima nos llaman gerontos”, expresa.

Aprendió a hacer comedia de manera autodidacta, yendo a shows de stand up y viendo a sus colegas. Así armó un “prototipo” de qué funciona y que no cuando uno se sube al escenario. “Voy a dar todo lo necesario. No me permito un siete”, advierte Rubén.

No está solo arriba del escenario del Koncertz Cafe. Es presentado por la comediante Evelyn Nazar más conocida como “La Chini”. A la joven la conoció hace tres años, en el circuito del Stand Up. La comediante adelanta que proximamente va a hacer funciones a beneficioso y que todas las novedades se van a comunicar por las redes sociales del artista.

La pirámide del Louvre, el Coliseo Romano, la torre de Pisa, el Obelisco de 12 metros, el Arco del triunfo y el bar de Moe en Castelar son algunas de sus 24 obras distribuidas por el Oeste de Buenos Aires, contando también los murales que produjo. La inspiración detrás de sus creaciones está en sus viajes alrededor del globo.

En total, Ruben recorrió 129 países. “Soy terrícola, desconozco las fronteras y los límites. Lo único que han traído esos puntos imaginarios son conflictos y guerras”, expresa. Cuenta que en algunos destinos es artista callejero. Se tira en el piso con papeles, dibuja y pinta. El resultado lo regala, pero si está en lugares de lujo como Ibiza vende la obra.

La última réplica que está en construcción en el Oeste es la ciudad de Petra, antiguo asentamiento de Jordania. “Según el Art 2. de la fantaseología no puedo hablar de dinero. No recibo plata de nadie a la hora de hacer las obras ni tampoco apoyo municipal”, explica el vecino de Ituzaingó.

Cuando explica la teoría para encarar su propósito, el arquitecto dice: “No soy un gran pintor, tampoco especialista. En todos mis proyectos sigo a la fantaseología. Una ciencia que hace prever las emociones por sobre la mente, para que el artista vuelva a ser un niño”. Esa filosofía la imparte en colegios y universidades donde suele dar charlas. “Hay que empoderar a los chicos. Es una cuestión de fe, como la religión”, comparte.



Fuente Clarin.com

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