El núcleo de la seguridad alimentaria mundial pasa por la dupla demanda china de agroalimentos, por un lado, y capacidad exportadora de granos del agro brasileño, por el otro.
Esto significa que el “agrobusiness” brasileño enfrenta una situación extremadamente favorable en los próximos 5/10 años; y según el Informe del Banco de Santander Brasil/2025 los mayores beneficiarios de esta situación serán en primer lugar los frigoríficos, seguidos por las empresas productoras de granos, y en tercer lugar las compañías de transporte, tanto ferroviarias como terrestres.
El dato central del Informe es que la demanda de productos agrícolas en el mundo va a aumentar más de 50% en el periodo 2011/2050 (FAO/2024).
También aparece la previsión del Banco Mundial (BM) de que el PBI per cápita aumentaría en el mundo +3.9% anual entre 2025 y 2029, con el agregado de que, en los países emergentes, encabezados por China, la expansión treparía a 5% en el año.
Esto implica que se encuentra plenamente vigente la regla fundamental del capitalismo agrícola del siglo XXI que establece que a medida que el ingreso per cápita de la población crece no sólo aumenta la demanda de alimentos, sino que esta tiende a diversificarse con un consumo creciente de carnes, lácteos y huevos.
El vuelco de la población mundial emergente al consumo de proteínas cárnicas acarrea necesariamente el auge de la alimentación de esos animales, lo que implica un alza fenomenal de la producción de granos; y el Informe Santander/2025 señala que el agro brasileño está en el centro y es el núcleo de este extraordinario proceso de mutación alimentaria, que es la clave de la agricultura de la época.
La suma de estos indicadores transformados en sistema es lo que le permite afirmar a Santander/2025 que las compañías más favorecidas por este nuevo ecosistema serían por cierto las frigoríficas, en la medida en que estén equipadas con tecnología de última generación, y cuenten con un personal altamente calificado en todos los niveles. Esto es lo que hace que esas compañías sean las productoras de bienes con mayor valor agregado.
El hecho es que el consumo de alimentos no sólo depende del alza sistemática del ingreso per cápita, sino también del aumento de la población; y esto beneficia ante todo al África, con una población que se duplicaría hacia 2050 en que alcanzaría a 1.500 millones de habitantes.
También es auspiciosa para Indonesia, habitada hoy por más de 400 millones de personas, así como la India, que es ya el país más poblado del planeta, por encima de China, y que cuenta con 1.500 millones de habitantes; y en general hay que contar con los otros grandes países del Asia, Vietnam en primer lugar, con una población de más de 120 millones de personas.
El proceso de acumulación chino ha alcanzado un grado superior de crecimiento económico; y hoy su expansión está encabezada por una clase media de unos 500 millones de habitantes que disponen de un ingreso per cápita comparable al norteamericano (U$S 35.000/U$S 45.000 anuales).
Lo decisivo de este nuevo y pujante sector social es que su capacidad de gasto libremente disponible (una vez cubiertas las necesidades de alimentación, vivienda y salud) es cada vez mayor, al tiempo que en su consumo tienden a predominar los bienes culturales (turismo, viajes, idiomas, gimnasios, etc.); y que en términos alimentarios todo esto significa una búsqueda de alimentos con marca, saludables y de reconocida trayectoria, en general orientados hacia la “vida buena” de equilibrio, bienestar, y salud.
El Informe señala también que la producción de granos en Brasil – soja y maíz en 1er lugar – aumentará 27% hasta 2033, en tanto que la producción de carnes treparía 21.9% en ese periodo impulsada por el auge de la aviaria y la porcina.
Todo esto ocurriría con un aumento generalizado de precios para la alimentación que treparía según FAO +1.2% mensual, lo que implica que se elevaría un acumulado de +7.6% anual.
Esta es la perspectiva altamente alentadora que ofrece la producción agroalimentaria brasileña en los próximos 5/10 años.