El presidente de la Conferencia Episcopal -que agrupa a todos los obispos del país-, monseñor Marcelo Colombo, le adjudicó una cuota de responsabilidad a Javier Milei por su “mensaje violento” en el clima de una exacerbada confrontación que vive el país y que derivó la semana pasada en los graves incidentes entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad en torno al Congreso.
“En el pequeño mensaje a la sociedad (que los obispos difundieron la semana pasada) quisimos que fuera una alerta sobre lo que lamentablemente después vimos: las consecuencias de los exabruptos, de las palabras despectivas de lenguajes despreciativos hacia las minorías y sus necesidades”, dijo Colombo en declaraciones a Radio Perfil.
En ese sentido, Colombo -que es arzobispo de Mendoza- señaló que los obispos “advertimos a la sociedad por el mensaje violento del Presidente antes de la marcha del miércoles. Todo eso -añadió- tuvo lugar como parte de la reflexión de ese pequeño documento que emitimos por la mañana y después vendría la represión en la tarde”.
En la declaración los obispos criticaban a los dirigentes por “los lenguajes despreciativos, por momentos no exentos de crueldad (que) atentan seriamente contra la unidad que tanto necesitamos como pueblo” y anhelaban que la solidaridad puesta de manifiesto ante la catástrofe en Bahía Blanca les sirva para recapacitar.
Si bien Colombo admitió que “claramente hubo una previa invitación general a la violencia al convocar a gente que no tenía que ver con el reclamo original”, señaló que “esto no significa, de ningún modo, saltarse las normas, disparar directamente contra personas o ejercer violencia sobre personas que no se pueden defender”.
Consideró que “el reclamo de los jubilados es perfectamente legítimo” y afirmó que “muchos sectores ven que en esto está el drama de su propio padre o abuelo”, pero sostuvo que “las autoridades tendrán que justificar los modos de represión porque en las imágenes se ven cosas tremendas”, reclamó
Por lo demás, dijo que “venimos insistiendo en que creció la demanda de alimentos en nuestras Cáritas, que no nos alcanza con lo que normalmente dábamos. Creció tremendamente -añadió- la población de gente en situación de calle, y no bastan las respuestas intentadas desde el plano legal o represivo: claramente lo agravan”.
Sobre la baja de la edad de la imputabilidad, señaló que “la Pastoral Social está trabajando en un texto que saldrá en estos días sobre esta cuestión” e indicó que también los preocupa a os obispos la ludopatía y la necesidad de que el Senado apruebe la ley que limita el juego on line, ya aprobada en Diputados.