Dos editoriales argentinas aspiran a un premio en la Feria del Libro Infantil de Bologna

Las editoriales argentinas e independientes de libros infantiles Iamiqué y Lecturita fueron nominadas al premio a la excelencia editorial de la Feria del Libro de Bologna, Italia. Tras un proceso de selección, los jurados tendrán que elegir entre 30 editoriales de todo el mundo, para luego anunciar los ganadores entre el 31 de marzo y 3 de abril.

Se trata de un premio de gran prestigio y reconocimiento, dado que la Feria del Libro de la ciudad italiana es uno de los pilares fundamentales de la literatura infantil y juvenil a nivel global. En esta edición hay nominaciones de países de los cinco continentes: Egipto, Bangladesh, Holanda, Argentina, Estados Unidos, Nueva Zelanda, entre otros.

Desde que se inauguró este premio en 2013, ya hubo dos editoriales argentinas que fueron ganadoras de la categoría “Central/South America” (ahora “Caribbean, Central and South America”): Pequeño Editor en 2015 y Limonero en 2019.

“El objetivo es destacar proyectos, habilidades profesionales y cualidades intelectuales del trabajo producido por editoriales de todo el mundo durante el 2024. El premio también está diseñado para fomentar el intercambio mutuo de conocimiento e ideas entre los países, áreas e identidades culturales a nivel global”, explicó el Grupo BolognaFiere en su página web.

En cuanto a los reconocimientos de la edición 2025, agregaron: “BolognaFiere va a promocionar a los ganadores a través de sus medios de comunicación (web, newsletter, etc.), junto con una gran campaña de prensa; también va a proveer a los ganadores con visibilidad especial en la feria, una vidriera dedicada y una distinción para cada uno de sus puestos”.

El Best Children ‘s Publishers of the Year (BOP) es un premio muy importante porque reconoce el trabajo de las mejores editoriales del mundo en su totalidad, y destaca tanto la innovación como la creatividad de sus catálogos. “Este reconocimiento posiciona a las editoriales ganadoras como referentes en la industria, resaltando su aporte al mundo de la literatura infantil y juvenil”, destacó la directora editorial de Lecturita, Celina Alonso, a Clarín.

“Recibir esta nominación es una enorme alegría y un gran reconocimiento a nuestro trabajo. Más allá de lo que significa para nosotros como editorial, también representa una oportunidad para dar mayor visibilidad a los libros que hacemos en Argentina y acercarlos a nuevos lectores en distintos países”, continuó Alonso.

Además, según explicó a Clarín, “este reconocimiento tiene un valor especial porque es un premio votado por colegas, editores de todo el mundo que destacan la calidad, creatividad e innovación en la industria”.

La editorial Lecturita comenzó su trabajo en 2017 en Mar de Plata pero con un formato diferente al actual. En un principio, la idea fue formar “un club de fans de libros infantiles” a través de suscripciones con envío por toda la Argentina.

“Nuestro objetivo siempre fue ofrecer algo más que una buena selección de libros: queríamos crear una experiencia en torno a la llegada de un paquete con libros, generar emoción por descubrir qué títulos traía cada mes y acompañar a los pequeños lectores en su crecimiento con la lectura”, señaló Alonso.

Recién cuando se dieron cuenta de que el club de fan era cada vez más grande, se animaron a fundar un sello editorial propio en el que priorizaron, como siempre, la calidad de sus libros. “Nos propusimos crear libros propios cuidadosamente trabajados en cada detalle para ofrecer una propuesta original y valiosa”.

A cinco años de sus inicios, Lecturita se considera una editorial pequeña pero apasionada por hacer que cada libro sea el mejor posible. Si bien suelen apostar “principalmente por autores e ilustradores argentinos”, también se animan a incluir “voces de otros lugares, especialmente de Iberoamérica”.

“Buscamos construir un catálogo diverso y representativo de la región, con historias y miradas que enriquezcan nuestra propuesta”, detalló a Clarín.

Uno de los grandes desafíos que tienen las editoriales infantiles en la actualidad es la constante competencia con las pantallas. “No solo captar la atención de las infancias, sino también la de los adultos, que muchas veces estamos dispersos, ocupados, con el celular en la mano y sin tiempo para sentarnos a leer con nuestros hijos”.

“La lectura no es solo un acto solitario. Leer en voz alta, elegir un libro juntos, crear el hábito de leer antes de dormir y hacer de ese momento algo especial puede marcar la diferencia. Y, como con todo lo que queremos transmitir, el ejemplo siempre es clave: que nos vean leyendo, que haya libros en casa, que la lectura sea una parte natural de la vida cotidiana”, agregó Alonso.

La directora editorial de Lecturita también hizo hincapié en el “poder de los libros en manos de lectores de distintos rincones del mundo. Pensar que un libro que hace reír a un niño en Bariloche puede provocar la misma risa en Estambul, Los Ángeles, Pekín o Barcelona es, sin duda, lo más gratificante. Nunca deja de asombrarnos el increíble poder de los libros y su capacidad de conectar, sin importar fronteras o idiomas”.

En cuanto al objetivo de la difusión de libros infantiles y juveniles, en Lecturita se sienten motivados por la creación de libros que incentiven la pasión por la lectura desde temprana edad: “Queremos que descubran el placer de leer, lo maravilloso que puede ser y sientan que es una actividad que los puede acompañar toda la vida. Buscamos publicar libros que transmitan alegría, que emocionen, que despierten risas y que inviten a seguir leyendo”.

Además, en Argentina, la literatura infantil está “atravesando un momento muy interesante desde lo creativo”. Según comentó Alonso a Clarín, nuestro país cuenta con una gran variedad de editoriales, ilustradores y autores de reconocido talento que hacen de los libros infantiles un mundo extraordinario. A la par, “surgen nuevos talentos que aportan frescura y una impronta única, muy estimulante”.

Los libros infantiles están atravesados por un fenómeno del que pareciera imposible escapar: las redes sociales. “Existen comunidades lectoras virtuales muy activas, que acercan libros, generan conversaciones y despiertan un gran interés. Las recomendaciones, comentarios y consejos de lectura compartidos en estas plataformas ayudan a acercar más personas al hábito de leer”, concluyó la directora editorial de Lecturita.