Hay sagas que marcaron una era e incluso siguen vigentes en la actualidad. Sin embargo, en sus inicios estaban pensadas como películas independientes y su rotundo éxito les permitió extender cada vez más su universo. Algo similar ocurrió con Rápidos y Furiosos: A todo gas (2001), una de las obras maestras de Netflix que se irá de la plataforma de streaming en los próximos días.
El primer proyecto de los 10 que lleva la saga de Rápidos y Furiosos de 109 minutos estuvo a cargo de Rob Cohen, con guion de Gary Scott Thompson, David Ayer, y Erik Bergquist. Asimismo, el equipo de producción estuvo compuesto por Creighton Bellinger, Doug Claybourne, Neal H. Moritz y John Pogue. El estreno mundial fue en junio de 2001, aunque en Argentina llegó a salas de cine el 22 de noviembre de ese mismo año.
Producida y distribuida por Universal Pictures, dueña de los derechos de la saga, tuvo un presupuesto moderado de USD $38 millones y logró una recaudación de más de USD $200 millones. Sin embargo, las más taquilleras fueron la 7, 8 y 6, en ese respectivo orden:
“Una misteriosa banda de delincuentes se dedica a robar camiones en marcha desde vehículos deportivos. La policía decide infiltrar un hombre en el mundo de las carreras ilegales para descubrir posibles sospechosos. El joven y apuesto Brian entra en el mundo del tunning donde conoce a Dominic, rey indiscutible de este mundo y sospechoso número uno, pero todo se complicará cuando se enamore de su hermana”, detalla la sinopsis oficial de la película.
El elenco protagónico, y que recurrentemente volvió en las siguientes entregas, estuvo compuesto por Paul Walker como Brian O’Conner; Vin Diesel como Dominic Toretto; Michelle Rodriguez como Leticia Ortiz, Jordana Brewster como Mia Toretto; Chad Lindberg como Jesse; Johnny Strong como Leon; Matt Schulze como Vince; Rick Yune como Johnny Tran; Reggie Lee como Lance Nguyen y Ted Levine como Sargento Tanner.